viernes, 30 de septiembre de 2005

Cuarto día

Hoy ya no podía aguantar más, me he levantado de la cama antes de que saliera el sol y he bajado a la cocina. No sé por qué, la verdad, si no hay cosas provechosas.

Me ha pillado la cocinera cuando llegaba a preparar los desayunos (la cocinera).

Podría haberme inventado alguna excusa y salir de rositas (u otra flor) pero me he arrodillado a sus pies con lágrimas en los ojos y le he implorado: "por tus niños, dame algo".

Me ha pedido que me levantara con dulzura (lo ha pedido con dulzura, yo me he levantado normal) y me ha sentado a la mesa. La casa completamente en silencio. Me ha echado una sonrisa picarona y se ha sacado una llave del escote. Por un momento he pensado que me iba a llevar a un cuarto secreto para practicar sexo ¡más sexo no por favor!. Pero no. Detrás del cuadro que representa a la diosa esa que tiene tantos brazos y cabeza de elefante se esconde una caja fuerte. La ha abierto y ha sacado una longaniza, un trozo de queso curado y un taco de pernil. La ele finalll de pernill, tan catalana, en boca de esa mujer, me ha puesto a cien.

Y luego la visión y el olor de las viandas... no me he podido contener: he eyaculado (discretamente) mientras la boca se me hacía agua y babeaba (ostentosamente). Se ha sentado a mi lado y hemos departido mientras comíamos estas delicias. Maripau me ha contado que el gurú se llama en realidad Josep Lluis -ya me parecía a mí- y que es el único heredero de la familia Sugrañes. Que ha sido toda la vida un tarambana. Que tiene muy pocas luces y ha rehuído meticulosamente los estudios. En el lecho de muerte su padre le dijo: hijo tienes que hacer algo, prométeme que te buscarás un empleo; haciendo lo que mejor sepas, lo que más te guste. El chico asintió y el padre descansó en paz. Al día siguiente se presentó a un casting para actores porno. Y como (a diferencia de las oposiciones al cuerpo de Bomberos) se hacen antes las pruebas físicas que las teóricas, pasó. Pero en el primer rodaje el director se dio cuenta de que era incapaz de aprenderse el texto y lo echó con cajas destempladas. Por deontología profesional un director de cine porno nunca despide a un actor (ni actriz) diciéndole el típico "vete a tomar por culo" sino un simple "que te marches". El caso es que un amigo le habló del sexo tántrico y él le vio una gran similitud con el rollo porno, por eso de que hay que controlar mucho la eyaculación y que los polvos duran horas. Se leyó cuatro revistas de Cuerpo y Mente y adquirió la jerga. Con pinzas, eso sí, habrás notado que las palabras no se las sabe bien, y de geografía ni papa, se le mezclan a menudo China e India.

Maripau recogió, me dio un besito en la frente y me dijo: "sube a tu cama y bajas con todos, que como nos descubran me matan, corre" y a mí, con esta frase, pronunciada con tanto cariño, se me despertó la vena sensible y me puse a llorar como no lo hacía desde el capítulo 3 de Heidi cuando a Pedro se le puso mala la cabrita pequeña, la que se llamaba Copito de Nieve. Obedecí.

Al rato entrábamos todos en el comedor, después de haber saludado al sol (y yo, de paso, también a los planetas para no parecer descortés), precedidos por el gurú. Fue entrar y todos empezaron a mover la nariz. El grupo se quedó en silencio. El maestro se volvió hacia nosotros y con una de las voces más furiosas que yo he escuchado jamás dijo: "Aquí alguien ha estado haciendo cochinadas".

jueves, 29 de septiembre de 2005

Tercer día

Anoche sí que pusieron acelgas. Y hoy, para desayunar, lo mismo que ayer, aguachirle y una magdalena integral. Por las noches, casi todos nos levantamos de la cama. Algunos para ir a la de otro/a, pero casi todos para bajar a la cocina. A robar. Pero creedme, cómo será el panorama que no apetece ni robar. ¡¡En qué despensa catalana no hay una butifarra!! En esta.

Por la mañana otra vez en el aula desnudos. Es muy difícil mantener la erección pasando tanto hambre. Pero vamos mejorando mucho en lo de la excitación. El primer día estábamos todos como salidos, expectantes, nerviosos, se notaba que algunos hacía semanas que no habíamos catado nada. Ahora en cambio tenemos una relación más sana con nuestros cuerpos y con los de los otros/as. De desapego, de no implicarse. A veces ves a dos tocarse ¡¡¡con un respeto!!! ¡¡¡con una seriedad!!! Según el gurú las tetas y los culos hay que acariciarlos observando y concentrándose como si fueran bolas de cristal. Cómo no voy a sentirme errado yo que había manoseado siempre oliendo, con los ojos cerrados, como si fuese pan tierno.

Por las tardes hay una charla en la que cada uno cuenta sus experiencias y su vida. Pere es un taxista de Granollers muy simpático. Está cuadrado el tío. mucho gimnasio. Nos contó -qué sinceridad, qué buen rollo- que estaba aquí para intentar resolver una perversión: es sadomasoquista, y obtiene mucho placer con el dolor. Eso explica por qué el otro día al tropezar y torcerse el tobillo se corrió. Nadie lo habría notado si no fuera porque estábamos todos desnudos y porque en sólo tres días nos hemos sensibilizado mucho contra la eyaculación y nos da mucho asco y, cuando vemos una, nos hacemos la señal de Krishna y rezamos siete mantras (para purificarnos).

La rutina del día incluye:
........1.- saludo al sol
........2.- no-desayunar
........3.- cantar hare-hare y otros éxitos orientales
........4.- sesión de cuatro horas de sexo meditativo
........5.- ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico
........6.- comida frugal
........7.- hora libre (que aprovechamos para ver Frijolito y llorar como las magdalenas que nos racionan)
........8.- trabajos forzados en la huerta del gurú (a voluntad)
........9.- Otras cuatro horas de sexo. Aquí permiten frotamientos intensos y un poquito más de algo que podríamos denominar un sucedáneo de ¿cómo se dice ésto? pasión. Eso. Pero claro, después de cuatro horas frotándote se irrita la piel, aparecen cardenales, escaras... y vuelves a lo filosófico.
........10.- Coloquio sobre la experiencia actual y otras previas.
........11.- Cena ligera para que no interfiera el sueño reparador.
........12.- Saqueo de la despensa

En las sesiones largas de sexo, sobre todo en las de la tarde no sólo aparecen problemas cutáneos, como he mencionado. A los chicos las erecciones prolongadas e intensas nos reducen la presión arterial en el cerebro y se producen desvanecimientos y desmayos. A veces acabamos la mitad con las piernas hacia arríba. Es un problema grave de diseño, éste que tenemos los hombres, que podemos tener la sangre en el cerebro o en el pito pero no en ambos sitios a la vez. Las mujeres también tienen lo suyo, de tanto lubricar y lubricar durante horas acaban deshidratándose. Algunas lo solucionan con una botellita de Fontvella al lado de la esterilla, pero Mariluz, una extremeña muy muy lujuriosa y muy muy aplicada, a Mariluz han tenido que ponerle suero y practica siempre sexo con gotero.

miércoles, 28 de septiembre de 2005

Cerdo agridulce




Esas bolitas rojas. Ese menú barato.
Ese crujiente que a veces sí a veces no.
El pimientito: el rojo, el verde.
La cebolla picada gorda. La piña, escasa.
Puede que un par de filetitos de champiñón.
La salsa espesa y rosa, una pizca artificial.
Anda, tráeme un arroz frito tres delicias.
Para acompañar.

martes, 27 de septiembre de 2005

Definiciones (I)

Periodista: Dícese de un ser que come muchos langostinos para llevar los garbanzos a casa. (Propiedad intelectual, de un amigo de G.)

Segundo día

En el desayuno no nos han dejado tomar café, ni té porque son excitantes, y no van bien para lo tántrico. Ni colacao porque es transgénico. Ni azúcar porque dicen que es muy yan y transgénico también. Mejor no os cuento lo que he desayunado.

Nos hemos puesto todos en pelotas -unos en pelotas más redondas, otros menos, unos más hinchadas, otros más fofas. Pero a todas las pelotas sin excepción les sonaban las tripas). Por parejas. Me ha tocado al final con la de las mechas. Nos ha dicho Raid que nos pusiéramos uno enfrente del otro, sentados en la postura de loto. Levanto la mano: "¿Puede ser otra flor? es que con ésa se me duermen las piernas". Risitas del mismo de siempre, el del Integral.

El objetivo de este primer ejercicio, dice el maestro, es elevarnos.
Por lo que veo a mi alrededor casi todos los chicos estamos ya elevados, pero parcialmente.

Empieza uno tocando al otro en amplios círculos, evitando las zonas erógenas, dice.

Levanto la mano: "Es que yo soy erógeno entero, me lo dijo el médico de pequeño, además tengo muchas cosquillas". Risitas del de siempre y mirada del gurú espesa y cargada de energía muy negativa, hacia mi persona desnuda. Como este hombre tenga erecciones con la potencia de esa mirada seguro que puede girar como una peonza sobre su propia polla como hacen los bailarines de breikdans (éstos con la cabeza).

Perdón por lo de polla, ya nos advirtió el maestro que a éso se le llama Ka Chin, y a su homólogo femenino Chou Chin. Al igual vosotros, yo sospeché cuando lo dijo que se estaba quedando con nosotros por nuestros escasos conocimientos de Chino. Pero no quise decir nada para no crearme fama de tocapelotas. Por la misma razón no he preguntado si me dejan hacer fotos para ponerlas en el blog.

No hay nada peor que ser un tocapelotas en un curso de sexo tántrico.

(Continuará).

lunes, 26 de septiembre de 2005

Primer día

Llego cansado del viaje.

La Masía es una casa grande rehabilitada con poco dinero pero con mal gusto.

El gurú lleva túnica y tiene cara de buena persona. Sonríe y dobla el espinazo constantemente. Tiene un acento catalán cerrado. Dice que se llama Raíd Rabonanda. Pero, por la forma de manejarse con las chancletas le pega más joseluís.

Nos hemos reunido aquí, dice, para aprender a manejar nuestra energía sexual con el fin de mejorar nuestra relación con el universo, la madre tierra, nuestros compañeros y nosotros mismos. "Hay siete chakras en el cuerpo, y aunque nos centraremos en el del sexo desarrollaremos todos". Levanto la mano: "Yo creo que sólo me he traído tres... los básicos (apostillo con afán de quitar hierro a la situación)". Se oye alguna risita del típico listo suscrito a la revista Integral. Se muestra condescendiente: "aquí tenemos chakras sueltos de otros cursos, y si no, algún compalero te lo presta". Están prohibidas las revistas porno. Lo dice mirándonos fijamente a los ojos (a los hombres) y fijamente a las tetas (a las mujeres). Ommmmmm, dice. Aménnnnnnnn, traducimos.

Para cenar no ponen acelgas y yo, presa de la emoción, suelto un bravo son seis signos de admiración que es agradecido por la cocinera y censurado por el gurú, de forma amistosa.

Una vez que hemos cenado, el maestro se retira a meditar (al cuarto de la tele). Ha puesto música ratonera de esa hindú, bastante alta, pero, los que acercamos la oreja a la puerta, podemos escuchar de fondo la voz de Michael Robinson. Nos congratulamos de la victoria del Madrid (no todos).

Me toca la cama de arriba.

Si ronco que se aguanten. O que me canalicen esa energía.

viernes, 23 de septiembre de 2005

¡Me han aceptado!

Llamé a la casa rural Masía Sugrañes, que es donde se hacen los cursos de tantra, y pedí plaza. Hoy me ha llegado la confirmación de que he sido aceptado. ¡Me voy la semana que viene! De lunes a viernes. ¡Qué raro! ¿verdad?, que raro que sea de lunes a viernes, cuando el refrán dice: "sábado, sabadete...".

Me hace ilusión. El grupo es de 20. Me fastidia un poco lo de la comida vegetariana, a ver si me va a sentar mal. Ya os contaré.

Por Madrid

En bicicleta de Costa Rica a Glorieta de Pirámides. 11.00h. Cuidado con los coches. Qué bien que sea todo cuesta abajo. Por qué me mira la chica del Mercedes SLK500 en el semáforo ¿me ve congestionado? ¿Qué parte del humo de los autobuses acabará en mis pulmones? ¿Es ésta la manera que tienes de celebrar el día sin coches, monina? ¿Me sienta bien el casco? ¿Si me atropella un camión de San Miguel (por ejemplo) a quién avisará primero la policía? ¿Qué método seguirá para encontrar a quién notificar mi accidente? Probablemente mirarán el móvil, las últimas llamadas que he hecho. Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te pido que si me atropella un camión de San Miguel no me aplaste el móvil.

En bicicleta de Glorieta de Pirámides a Costa Rica. 15.30h. ¿Habrán abierto ya el Burguer King de Serrano con Príncipe de Vergara? Este verano estaban de reforma.

miércoles, 21 de septiembre de 2005

Sin darse cuenta...

...la mano que escribe ha escrito el post número 200 de este blog.
Vehemente y certero, como a mí me gusta.

Si hemos llegado hasta aquí,
siendo de natural taaaan vagos,
es alentados por vosotros

Para celebrarlo brinda con quien tengas más a mano.
Con lo que tengas más a mano.

Pero no cojas la copa a la manera tradicional.
Cógela a2manos.

Seguimos.

Elogio de Kate Moss

Kate Moss es una modelo que no es un modelo. Es flaca como un palo de escoba y rubia, dos condiciones perfectas para que a mi no me guste. A otros no le gustan las culonas y yo no digo nada. Cada uno tiene sus perversiones, digo yo.

Resulta que esta chica, la cara de una firma de ropa cuyo nombre no voy a mencionmar y donde nunca jamás voy a entrar a comprar a partir de ahora, es aficionada a meterse coca. Estaba en el estudio de grabación de su novio, sacó un poco de cocaína, se marcó unos tiritos y se los metió. Cinco en una hora. Una salvedad: convidó, lo que no todos hacen. Eso hay que tenerlo en cuenta. Es una chica solidaria.

Ahora la han despedido. La causa es que da una imagen deplorable y destroza a la marca que representa. ¡Vaya por Dios! Habría que ver al jefe o jefa de la marca qué hace en sus ratos libres.

Crucificada para los restos, ¿nadie se pregunta si es inmoral que a una persona le roben su intimidad? A partir de ahora, cámaras en todas las casas: si te metes el dedo en la nariz, sancionado tres días; si bebes agua a morro de la botella, dos días; si tienes flatulencias y no las controlas, un día; si te fumas un porro y, además, lo acompañas con un lingotazo, un mes a la calle. Si follas a cuatro patas y pegas grititos de gusto, ¡despedido! Usted que se ha creído. Pero, oiga, ¿he hecho yo mal mi trabajo? No, usted es un depravado que hace muy bien su trabajo. Pues eso, super-a-favor de Kate Moss y super-en-contra de los violadores de la intimidad. (Que a gusto me he quedado).

Oficios Fascinantes VII

Arreglador de Semáforos. Esta mañana he salido a dar un paseo.

He comprado el periódico y un donut concho. En la esquina de Victor de la Serna con Colombia estaban arreglando el semáforo. Arreglar los semáforos tiene dos partes sencillas que son la alta y la media, las de los coches para que nos entendamos. Hay que abrir y cambiar la bombilla que va dentro, cuando se funde. Poco más. Hay otra parte más sencilla todavía que es la pintura. En cambio la luz que avisa a los peatones tiene su intríngulis. No solo está el hecho de reemplazar las bombillas, también hay que ver qué tal están los señores.

Como los emparejan en la fábrica, sin hacer un test de personalidad, pues a veces tienen incompatibilidad de caracteres y no se ponen de acuerdo a la hora de encenderse y apagarse. Normalmente el conflicto es entre el de arriba y el de abajo, pero otras veces se pican con los de enfrente, y hasta han llegado a oírse insultos de uno al otro lado de la calle.

Otro motivo de discusión es que, claro, el que anda, siempre es el mismo: el de verde. El otro se queda quieto. El arreglador de semáforos es un buen electricista, pero sobre todo tiene mucha psicología, mucha mano izquierda, y grandes dotes de conciliador. Está, por ejemplo, el problema del sombrero, no a todos los señores de los semáforos les apetece llevar sombrero, porque les parece pasado de moda, porque les da calor... el rojo y el verde se llevarán siempre, pero el sombrero... Además no se admiten mujeres. Esta discriminación es realmente vergonzosa ¡que estamos en 2005!. Según el Arreglador de Semáforos, el hecho de poner mujeres aumentaría la conflictividad laboral del sector de los hombrecillos, pero, por otro lado, les daría vidilla.

Cuando pasa el tiempo, más o menos a los 15 años de la instalación, los señores se van encorvando, por la edad, por el cansancio vital (o vial). Para un subsecretario, 15 años no son muchos pero fíjense en que los señores de los semáforos están ahí clavados todos los días del año y a todas horas.

El Arreglador de Semáforos me contaba que lo más duro para él es tener que comunicar al interfecto que ha llegado la hora de despedirle. Muchos, según me contaba, se encierran en su casa, se ponen un flexo en el culo y mientras con una mano lo encienden y lo apagan con la otra no paran de fumar y de beber. Otros, más afortunados, se echan una novía que sea, por ejemplo, adorno de navidad, e intentan sincronizar sus intermitencias el resto de la vida. Pero hay algunos que, presas de la desesperación, se arrojan al iglú de reciclaje.

El Arreglador de Semáforos es un tipo sensible, que se ocupa de todos estos problemas, eléctricos y humanos, cinco días a la semana. Lo que más me fastidia, me decía, es que a los viandantes les da igual, no se fijan en esos hombrecillos que les salvan la vida. Y mucho menos los conductores, esos son los peores, siempre obsesionados con el verde.

martes, 20 de septiembre de 2005

La luna



Tengo una relación perversa con la luna.

La cortejo, la persigo, la intento alcanzar...

............................ pero casi nunca lo consigo.

Casi nunca.



Fotos: la mano que mira desde el sur

lunes, 19 de septiembre de 2005

Tesis a través del móvil. De cómo las mujeres quieren más... y los hombres también

Vuelvo sólo por la carretera. Música de algún crooner. Melodías de insomnio. No presto atención. Cojo el móvil (mientras conduzco, claro) y decido enviar el mismo mensaje a tres amigas que me consta que han ido al cine a ver ¿Por qué las mujeres siempre queremos más? Sin pretensiones, hasta que empiezan a llegar las respuestas. ¡Qué hermosa tesis de la vida!, pienso. Cuando los releo para pasarlos al blog, pienso sobre lo que he pensado: ¡Qué diferente visión tiene cada una de ellas! Desde la ternura hasta la acritud. Las horas son significativas. Una de ellas no dormía. Otra ha madrugado. La tercera quizá haya madrugado, pero ha esperado un buen rato antes de contestar. No tiene importancia.

2.09.- a2m: Y, ¿xq las mujeres siempre queréis más?
2.19.- N: Quizá sea porque no nos conformamos con poco; y últimamente las dosis del género masculino son fugaces. Cuestión de ritmos!
2.22.- a2m: El género masculino ha perdido el norte y no se da cuenta de lo que se pierde con gente como tu.
2.26.- N: Tendremos que regalar brújulas en la noche de Reyes! Afortunadamente, algunos como tu abanderáis la excepción! Gracias!
2.31.- a2m: No, N. No soy una excepción. Trato de comportarme, pero casi nunca lo consigo. Los hombres tienen miedo en lugar de tener una relación normal. Allá ellos. Bs.
2.38.- N: El que tenga que ser… Será! Sólo espero no tener que decir aquello de todos los hombres son iguales! En parte es cuestión de suerte. Eso creo. Bs.
2.43.- a2m: Hay hombres iguales; la mayoría. Como hay mujeres iguales; la mayoría. Si no tienes a un tío, no te merece, y llegará otro. Me voy a la cama. Acabo de llegar de copas.
2.46.- N: Que así sea! De momento me entrego a los brazos de Morfeo. Buenas Noches.
......
8.32.- R: Yo no sé ni lo que kiero, mi caso debe ser grave, bueno sí, ahora quiero dormir MAS.
8.50.- a2m: Y yo, pero tengo que preparar desayunos, vestir a dos mujercitas y llevarlas al cole. Por cierto, ¡los hombres también queremos más!
......
11.23.- B: No estoy de acuerdo, todos queremos más! Por qué hacer diferencias hombre-mujer. El título de la peli es una pésima traducción.
11.31.- a2m: Sí, sí. Todos queremos más, sólo os preguntaba por qué. Y en este caso la cosa iba de mujeres. Yo siempre quiero más, por suerte.

Ahí se queda, que cada cual saque sus conclusiones. O pase de largo.

Email

Abro el correo electrónico.

17 mensajes.

Me surge una pregunta:

¿Si renegocio mi hipoteca, compro píldoras para adelgazar y me alargo el pene, me dejarán en paz?

¿Figuro sin saberlo en listados internacionales de gordos-pichacortas-endeudados?

domingo, 18 de septiembre de 2005

Cassette



La primera era más o menos como ésta. Y en ella grabé de la radio mi primera selección. Eran aquellos tiempos en los que los oyentes llamaban y decían: "por favor, querido locutor, no hables encima, que la quiero grabar" y esperabas una semana a que sonara en tu programa favorito del viernes por la noche y la grababas. En casa tenía uno unas cuantas de éstas, tampoco muchas. Y un radiocasete pequeño y negro que un familiar había traído de Ceuta o de Canarias cuando se fue de viaje de novios.

Luego vinieron las Cadenas de Alta Fidelidad (con mayúsculas) con su mueble y todo, que tenían: plato, sintonizador, pletina, amplificador y dos bafles. Eso era "lo más". Solían ocupar un lugar privilegiado en el cuarto principal de la casa, Y costaba tanto esfuerzo pagarlas que ahora da pena tirarlas, y están arrinconadas en las casas como reliquias.

Hace veinte años el disco de vinilo era jamón serrano, y la casete, la pobre, jamón york. Está bien, mortadela. Pero seamos honestos, la mayoría de los que hace veinte años teníamos dieciseis teníamos en la estantería bastante más mortadela que jamón ibérico. Por no decir que además de música venían en ellas los primeros juegos del Spectrum y del Amstrad 64.

Aquellas casetes se oían mal, pero mal mal. En cambio eran mucho más baratas que los discos. Recuerdo ir al Rastro con mi tío, comprar algún vinilo y varias casetes piratas con grabaciones de LPs de moda. Eran de mala calidad y después de escucharlas una semana (una semana quiere decir una semana neta, 168 horas) se enganchaban y se acabó.

Qué bonito era aquello de rebobinarlas con un boli Bic para que no se gastaran las pilas del walkman en las excursiones. En el instituto, si te gustaba una chica le grababas una selección de tu música favorita en una cassete, te sentabas con ella en el autobús, le prestabas los cascos y mirabas qué cara ponía. Si se emocionaba con tu canción favorita es que había química, y esa noche ya no podías dormir.

Si ibas en serio la casete tenía que ser de Cromo, si no de Hierro. que costaban la mitad.

Los cedés tienen menos alma, y los emepetreses ésos en los que caben 10.000 canciones, menos todavía.

Será que son buenos tiempos para la prisa, malos tiempos para la lírica.

viernes, 16 de septiembre de 2005

Sexo tántrico

Hace unos días comí con R. y me contó que había estado en un curso de tantra. Para los profanos diré que, según la tradición hinduísta, existen tres chakras en cada persona humana: el tantra, el mantra y el tetra brik. El mantra es la energía que nos hace estar contentos y ponernos a cantar, el tantra nos hace estar contentos y ponernos a fornicar y el tetra brik... es la zona de la energía del desayuno.

-¿Quieres decir que os habéis juntado unos cuantos, que no os conocíais de nada, para practicar sexo?
-Exacto
-¿Había parejas?
-Una, entre veinte participantes
-¿Y el gurú?
-Unos 50 años, llevaba a su pareja.
-¿Otros 50 años? No, 27.
-Ah

Me contó que la primera clase del curso decía que, en la tradición hinduísta, se considera un desperdicio la eyaculación, sobre todo la del hombre, y que esa energía debe utilizarse para elevarse (además de ponerse en contacto con el cosmos en el sentido más amplio, mejorar la conciencia de uno mismo, etc.)

Mano -Yo es que soy derrochón, ya me conoces. Además para elevarme utilizo las rodillas. Si tengo que elevarme más, el ascensor y si más aun: avión u otros medios modernos.
R.-Ya, pero piensa en cuánta energía necesita un avión para elevarse.
M.-¿Te lo digo en litros de keroseno o en eyaculaciones?
R.-Eres más simple que un chupete y menos espiritual que el Nasdaq.

Siguió explicándome. Con el tantra puedes estar haciendo el amor durante seis horas o más porque, como no eyaculas, no te cansas; es todo a base de caricias, de miradas y de meditación.

-Mira R., a mí, de meditar mucho se me duermen las piernas. Tú sabes que yo soy un romántico y en seis horas con una chica prefiero dar un paseo de la mano hasta la heladería, tomar un granizado de limón, ver una película en el cine, volver a casa, preparar una cena rica, carantoñas, comérnosla con una botellita de vino y diez complicidades, dedicar 70 minutos -o lo que se tercie- a preliminares, risas horizontales, besos de tornillo. Y luego el calambrito... son un par de segundos.

Le pedí el teléfono, y he llamado por si quedan plazas libres para el curso de octubre. Pa´probar.

La mano que acaricia la sábana



Hay quien pensará que esta mano está dormida.
Otros dirán que medita, que reflexiona, que es una mano muy zen.
Para mí es una mano morena, de soles.
Llegó sin remite, sin mensaje. No se sabe si viene del Sur o del Norte.
Apareció como una patera varada o como un bebé en el torno del convento.
Y yo, como buena priora, le puse nombre: Mano que Acaricia la Sábana.
Por ejemplo.

jueves, 15 de septiembre de 2005

Uno de ésos

Casi sin darme cuenta me he convertido en uno de ellos, uno de esos ciudadanos que se pasan la primera hora del día metidos en un atasco. Con mi No somos nadie, con Radio 5, o con mi Cole Porter, mi Jobim... Si viene el bichito, y en uno de los dos trayectos viene, tiramos cada uno de su lado de la almohada y, cuando ella puede más, acabamos escuchando la BSO de Grease o un recopilatorio de canciones italianas de los setenta: sus favoritos al día de hoy. A ella la radio no le gusta porque no la entiende (dice). Qué sabia edad, los mayores tampoco la entendemos pero no decimos nada.



Hay una luz preciosa en Madrid en otoño (y en verano y en invierno y en primavera, es que soy fan). Una de las ventajas de disfrutar de atascos a distintas horas del día es que puedes comparar la luz a distintas horas.

Me despertó Dani Klein, una de mis tres voces favoritas, con Don´t cry for Louie, la primera canción que escuché de Vaya con Dios hace ya ¿18 años? dejé sonar los tres minutos y salté encima de C. para morderla, hacerle cosquillas y corre, corre que no llegamos. Ella desayunó cereales y yo un Bio de frutas del bosque y dos espárragos trigueros a la plancha, fríos, de la noche anterior.

Madrid-Las Matas. 32 min. con retenciones en la incorporación a la M30 y también en la incorporación a la A6. Grease BSO, pero sólo las que tienen marcha.

La vuelta me llevó 50 min. Van Morrison en el asiento del copiloto. Como somos dos puedo meterme en el carril BUS-VAO. Me para un Guardia Civil, dice que en el coche sólo va uno. Se lo explico, me hace un test de alcoholemia a pesar de que son las 9,40 de la mañana. Da negativo, claro. Me casca la multa y yo me cago en la Benemérita y todos sus números (bueno, en los que están de servicio esta mañana) por lo bajini. Según arranco, ahora sí, grito: "Así es como trata este país a sus artistas y a los de otros países de la Unión". El Guardia Civil está tentado de hacerme otro test de alcoholemia pero desiste.

Llego a trabajar, el jefe no me regaña, muy al contrario, se muestra comprensivo. Se me olvidaba, el jefe soy yo mismo. Aunque he llegado tarde, me voy a comer pronto porque he quedado con un amigo chileno que vuelve mañana a su país. 40 min para llegar a Santa María de la Cabeza. Antes de que nos traigan la cuenta tengo que salir corriendo porque faltan 40 min para la salida del cole y no sé si Gallardón me va a poner 2 zancadillas o 5 desde Santa María de la Cabeza a Las Matas. Me pone 3 (y otra más Fomento).

Llego al colegio pronto, sólo hay una madre morena leyendo y otra rubia contemplando. Saludo a la que está leyendo, con un leve movimiento de cabeza. No devuelve el saludo. No se lo tomo en cuenta porque soy padre nuevo, y condescendiente. Pero pienso que quizá en este colegio sea costumbre no saludarse los padres, para no quitar protagonismo a los niños, y decido no saludar a la rubia, que, la pobre, no tiene la culpa de nada y me mira con cara de ¿a mí no me saludas?. Se siente.

Recojo al bichito y le propongo ir a jugar al pádel para hacer un poco de ejercicio. Me dice que no le apetece. La chantajeo emocionalmente argumentando el coste de la raqueta, de las zapatillas, las pelotas y los desvelos de su padre para preparar la bolsa. Accede. Pienso que la premiaré por haber obedecido, pero después del pádel, para que no asocie y aprenda a chantajearme ella a mí.
Después de recorrer tres polideportivos encontramos una pista libre. Me deslomo recogiendo pelotas porque la coordinación psicomotriz a los seis años no está lo suficientemente desarrollada como para hacer coincidir en el espacio y el tiempo la raqueta y la pelota. A veces está la raqueta justo en el sitio pero un par de instantes antes (o después). Le explico sucintamente quiénes son las hermanas Williams para animarla.

Merendamos.

Nos peleamos y hacemos un par de sopas.

De letras.

Las Matas-Madrid. 45 min. Michael Bublé. Al principio está bien, pero al rato me resulta empalagoso y pedante. Le pido que se calle a la quinta canción por el expeditivo método de pulsar el botón que tiene un cuadrado.

Me cuesta aparcar porque cerca de mi lugar secreto hay una boda y me han rapiñeado todas las posibilidades. Encuentro un sitio no del todo legal y dejo el coche. Doblo el retrovisor y, alzando la vista a lo más alto, encargo a San Isidro, por ejemplo, que cuide de él. Un taxista me increpa por la ventanilla porque no le gusta cómo he estacionado. Vaya, nunca me ha pasado que un taxista se asome a desearme que pase un buen día. Puedo constatar cientificamente que siempre que un taxista de Madrid se asoma a su ventanilla y se dirige a otro conductor es con acritud. Supongo que el buen rollo lo emplean con sus familias y clientes. Con el espíritu alegre de pensar en el buen clima que debe reinar en las casas de los taxistas de Madrid me dirijo a saludar a mis actores y desearles mucha mierda as usual. A las 23h acaba el recorrido y me voy a Clamores a escuchar un concierto. El 80% del público son músicos así que saludo a unos cuantos y me siento en un rincón desde donde se oye bien. El camarero me reconoce y me rebaja dos euros en la cerveza. Además me premia con ¡2 platitos! de panchitos y una (1) de sus mejores sonrisas. Me asegura, además, que tiene intención de invitarme a la próxima cerveza. Le doy un abrazo emocionado y un beso en la boca (sin lengua). El concierto muy bonito. La cantante espectacular. La pianista, que era quien me había convocado, muy buena.

-Tómate otra.
-Que no, que me voy a casa. Bueno, vale.
-Tómate otra.
-Que no, que me voy a casa. Bueno, vale.
-Tómate otra.
-Que no, que me voy a casa. Bueno, vale.
-Tómate otra.
-Que no, que me voy a casa. Bueno, vale.

Salgo del local a las tantas pensando que empecé el día de padre ejemplar y lo estoy acabando de crápula ejemplar. Al cruzar por el puente de Eduardo Dato descubro que Madrid está lleno de unas curiosas gaviotas de luz. Detengo el coche. Pongo el blondin, el botón ése que hace que se enciendan los cuatro intermitentes a la vez. Saco la cámara y saco una foto. Guardo la cámara. Me acerco a la barandilla llevado de unas imperiosas ganas de orinar. Meo mientras miro al cielo precioso de Madrid. Escucho unos improperios desde abajo del puente. Es un señor que se asoma a un coche blanco con una luz verde en el techo. Le saludo cariñoso.



Aparco en mi calle. Satisfecho por el recorrido vital de la jornada (muy satisfecho) me tumbo en mi colchón casi nuevo y me encomiendo a San Antonio bendito -como hacía mi abuelo unos instantes antes de empezar a roncar.

Me absuelvo por falta de pruebas: no soy uno de ésos.

Empiezo a roncar.

martes, 13 de septiembre de 2005

Si no vivo no escribo

No soy un ente puro; me temo.
Y no sé sacarle historias a la nada. Cuando pasan dos días sin un postito, una cancioncilla o unos garabatos en el cuaderno pienso: repasa, tronco, se te está escapando algo. Mi habitación me aburre. La rutina me aplasta. Por eso la mano que toca sale a la calle y no para. Bueno, por eso y por muchas cosas más... (ven a mi casa esta navidad). Es que hay frases que salen del tirón y es mejor no resistirse. Por ejemplo: En un país multicolor... nació una abeja bajo el sol.
Ayer fui a la compra y me traje cuatro Bios de frutas del bosque, dos botes de aceitunas sin hueso con sabor a anchoa, un filete de salmón, pasta rellena Buitoni y una botella de ron Cacique. Esquivé como pude los donuts con chocolate -eran las ocho y media de la tarde, ya me vale. Ah, y un melón.
En la cola de la caja había, detrás de mí, una mujer sola. llevaba un maquillaje tan excesivo que era difícil adivinar si debajo conservaba cara. Era un maquillaje rígido e incorruptible que blindaba a la señora en cuestión contra el paso de los años, pero también contra el paso del resto de los gestos. Era la cara de una geisa despedida sin indemnización. Más que maquillarse parecía que se había alilcatado la cara. Trató mal a la cajera gordita del piercing, que es mi favorita porque ya no me pregunta si tengo tarjeta de fidelidad. Miré su compra y lo entendí: llevaba doce tarrinas de comida para gatos y una sopa de sobre.
Si no escribo no vivo; me temo.

lunes, 12 de septiembre de 2005

viernes, 9 de septiembre de 2005

Un día será mayor



Mucho antes de lo que pienso. Y entonces me dará rabia no haber congelado estos momentos deliciosos en los que ella duerme y yo escribo. Me da la espalda, y su respiración, de tan suave, es practicamente imperceptible.

Nació hace casi siete años. La vi salir. Una vez en la habitación, aseada y limpia, me agarró con sus dos puños pequeñísimos y me dijo: "Tú ya no volarás más. O, por lo menos, no tan alto. Sí, te dará el viento en la cara, pero tus pies estarán hundidos en la tierra. Te anuncio que, como consecuencia del milagro que es nacer yo, acabas de convertirte en árbol. Papá."

jueves, 8 de septiembre de 2005

El Patito Republicano



Las manos tenemos unas amistades... digamos que peculiares.
Esta facultad nos habilita para trabajar en un frenopático de Camboya (sin psiquiatras, por favor), poner copas en el sarao de un travestido rico o incluso para no trabajar, no se crean.
Les presento a uno de los asiduos a este blog (el muy sinvergüenza no soltó prenda de cuál era su pseudónimo a pesar de que le apuntaba con el cuchillo de trinchar). ¿Qué tipo de persona se adorna así para ir a comer chuletas a Valdelaguna? Un pervertido.
Ah, las chuletas también estaban de escándalo.

Manomahou

Hola manos:
He de confesar que no bebo, pero siempre hay alguien, en algún momento; que me pide que le sujete la copa.
Aquí os envío una foto de uno de esos momentos en que me dijeron:

-sujétamela...

Fdo: Lamanoquesujetalacopa

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Ese tipo gordito

Hay un tipo gordito que escribe como los ángeles y canta en susurros. Tiene el ingenio alterado y una capacidad curiosa de hilvanar ideas. Me gusta cuando coincidimos y cantamos/escribimos en el aire diálogos ridículos, absurdos y divertidos donde decimos las verdades más crueles y absolutas que imaginarse pueda. Da igual quién empieza. El otro sigue. Ni siquiera sé si somos conscientes, pero un día, sin saberlo, empezamos. Al rato, apuradas las cervezas, nos despedimos. Me metí en el coche. Conmigo, I. De golpe me lo dijo: "Me he quedado flipada mientras os escuchaba". Recapacité. I. estaba allí y no había dicho ni mú. Que I. no abra la boca es casi un imposible físico y metafísico, como la tristelicidad. Habrá que repetir, pero sin quedar ni darse cuenta.

Atormentado

Oigo el viento golpear contra la ventana. Llueve con fuerza. No abro los ojos. Son las cuatro y pico de la mañana. Lo sé porque es a las cuatro y pico de la mañana cuando suelo dar un paseo por la cama: me giro hacia la derecha, luego hacia la izquierda y otra vez hacia la derecha para regresar a la posición inicial, que nunca debía haber abandonado. No abro los ojos, digo, y empiezo a contar las gotas y a imaginarla bajo la tormenta, le hago fotos, ponte así, amor. Estiro un pie en busca de su calor. Una mano.

Un recuerdo me cruza por la cabeza y se moja. Era un recuerdo de verano y no llevaba gabardina. La lluvia lo pilló a traición. Lo echo. La elijo a ella. Le hago fotos. No abro los ojos. Escucho el ruido del agua contra el suelo. Me llega el olor a humedad. Ponte así, amor, levanta los brazos, juega con el agua.

Hay recuerdos insolentes, recuerdos que dejan de serlo de pesados que se ponen. Cogen una silla y se instalan allí sin pedir permiso. A ella la veo sentada allí, a la puerta del cine, leyendo el periódico mientras me espera. La veo a través del vaso de cerveza. El sol a su espalda. Me gusta su boca.

Abro los ojos. Miro el reloj. Sí, son las cuatro y pico. Llueve. ¿Me pongo calcetines o no?

martes, 6 de septiembre de 2005

Atardecía



Se le fueron los pies hacia el bullicio.
Quiso beber de los neones, confundirse con otros cuerpos sudados.
Meter los dedos en el enchufe que es la ciudad de noche.
Vailar.

Se quedó asomada al balcón como un suicida indeciso.
Viendo como se apagaban los colores y se abría una página doble en blanco y negro.
Quiso estar desnuda como la luna, o quizá ya lo estaba.
Bolar.

lunes, 5 de septiembre de 2005

¿Por qué las mujeres siempre quieren más?

Ayer fui a ver esta película. Y me gustó. Me la habían recomendado algunas chicas. Normalmente eso hace que generes unas expectativas y que salgas del cine pensando puesnoeraparatanto, pero no sucedió así. No es una peli que busque confrontación de géneros, y por eso a la salida no hubo cinefórum, mi compañera de cine y yo estábamos bastante de acuerdo con la directora. Lo único el título. ¿No sería mejor ¿Por qué las mujeres quieren otras cosas?

domingo, 4 de septiembre de 2005

El banderillero



Quedé con dos amigas en la Cervecería Alemana y se me fueron al Naturbier que hay al lado.
Además llegué seis minutos tarde porque en el lugar donde aparco habitualmente estaban rodando una película y tuve que dar un par de vueltas.

Se habían pedido una caña y una cocacolalait respectivamente y les había entrado un tipo flaco, alto y con el pelo recién cortado de peluquería. Me lo presentaron. No me acuerdo del nombre pero sí de que I. dijo: es banderillero. Él asintió. Ella apostilló: En sus ratos libres. Quizá llevado por un exceso de confianza, el banderillero me palmeó la barriguita y comentó algo de hacer ejercicio y una dieta. Para hacerse amigo mío. Pensé en voz alta: ríete, ríete, pero ya verás como a esa morena que tanto miras acabo llevándola yo a su casa. El banderillero estaba mucho mejor callado, sobre todo porque hablaba con la boca llena y se le caían las miguitas de panchitos, algunas describiendo trayectorias inverosímiles. Su pronunciación -incluso cuando tenía la boca vacía- era bastante deficiente, pero aún más lo era su repertorio dialéctico, y cuando dijo aquel "bomboncito, apunta mi teléfono" yo pensaba que había que contactar con alguien del Museo de Antropología porque el especimen no tenía desperdicio.

Por más que B. le miraba con cara de perro (perdón Mao) el chavalote no se rendía.
Al final se lo llevó un amigo, creo.

I.: Ése no era banderillero, ése era guardiacivil. O de la Guardia Real.

Las mujeres siempre me fascinan, qué instinto, qué intuición. Lo dijo con tal seguridad...

O.: ¿No era un poco cortito para Guardia Real? ¿La Guardia Real no es un cuerpo de élite?
I.: Yo he conocido Guardias Reales bastante más lerdos y, por otro lado, no me negarás que el cuerpo del gachó era de élite.

B. asintió con suficiencia como si no cupiera la menor duda.

Esta escena que acabo de describir sucedió casi literalmente y la reflexión a la que me condujo es enjundiosa: en qué país vivimos que cuando vemos a un zote redomado, ebrio y mintiendo, pensamos que pertenece a los cuerpos de seguridad del Estado. ¿Es ésta la España que queremos dejar a nuestros hijos? Seguro que algún comentero tiene algo que añadir.

P.D: A la morena, en efecto, acabé llevándola a su casa. Pero no supe redondear la buena fortuna que me había deparado la noche. Me faltó decisión, estrategia, arrojo y frescura, dones que destilaba el banderillero y sólo supe decir "Buenas noches" en vez de "bomboncito", "cruasán", "milhoja" o algún otro artículo de pastelería.

sábado, 3 de septiembre de 2005

Cartel

Al hilo de las etiquetas del colchón. Te miro y no estás aquí nos mandó esta imagen.

No hace falta comentar nada, el cartelito es suficientemente elocuente.



A nosotros nos gusta mucho que mandéis cosas y que escribáis, no nos cansaremos de decirlo. Porque algunas veces tenemos la sensación de estar rajando sentados en un banco, con las piernas colgando y sin tener claro si hay alguien al otro lado.

Por ejemplo: lo de la fiesta. No sabemos cuántos canapés hacer porque no tenemos ni idea de cuántos vais a venir. Parece que no hay ganas. Manifestaos, por favor.

jueves, 1 de septiembre de 2005

Re: Sin asunto

N.-Hacía mucho que no entraba, y he leído los últimos posts seguidos: noto cierta melancolía
O.-Pues... no sé. Si tú lo dices.

La cosa se ha quedado ahí, más o menos, pero. Otra vez me he vuelto a casa dándole mil vueltas a la frase, aprensivo e hipocondriaco como un Woody Allen. Porque N. es muy prudente y quizá donde dijo "melancolía" quería decir "tristeza".

La melancolía es una vieja conocida, sensible, exhibicionista y un poco quejica. En cambio la tristeza: la tristeza es mala gente.

En la Puerta de Toledo me he acercado a los chorros de los aspersores. Había uno desviado. Para que me salpicara y decir uh y ver si me hacía reaccionar. Cuando tienes pensamientos circulares, obsesivos, puede venirte bien un chorro de agua fría. Os aseguro que el de un aspersor, vale.

En Embajadores: "A ver si va a tener razón". "Bueno, tampoco pasa nada". "No soporto a la gente triste y menos si esa gente soy yo". "Ergo, no me soporto, ergo, vamos mal".

A veces me pongo una tristeza como otros se ponen un abrigo. La saco del cajón, la paseo para que se airee y, si me miro reflejado en un escaparate, hasta me veo guapo. Es una prenda que nos sienta bien a los payasos, debe ser que el marrón con rayitas finas combina con los colores de la cara. Pero otras veces es la tristeza quien me pilla a mí y me saca a la calle a punta de navaja y me paseo por las calles perdido y amenazado. Todo me da miedo.

Alfonso XII y el fresquito del Retiro, y ese verdor... un color que se huele. Igual que los azules suelen oler a mar y algunos amarillos a pan tierno. Concluyo: yo creo que no es tristeza, que es una digestión pesada.

Velázquez con el primer semáforo en rojo. A ver si va a ser tristelicidad. Puede que esté sensible, nada más. Mimos. Los mimos no se sabe si son medicina real o placebo, lo que sí se sabe es que nunca hacen mal, no tienen efectos secundarios. Sí, crean adicción.

Velázquez con los demás en verde. O falta de sueño, o prisa, o cansancio. Intentaré que se me pase, intentaré que no se me note. Mañana me pondré la camiseta nueva y me daré sombra de ojos para evitar las ojeras, y me pintaré la raya y me pintaré los labios y pintaré la terraza grande. Y me sentaré al piano esquivando los boleros.

Hay frases que no escucho, y otras que se quedan rebotando como el eco en un cañón, del Colorado. Joder, N., qué puntería.

Mientras aparco me doy cuenta de que hay alguien esperándome. Sentada en la acera. Con una falda muy corta. Trae su bolsito rojo y las dos piernas, sí, no exagero, las dos. Y además, las trae como a mí me gusta, una a cada lado. Abro la puerta del portal para dejarla entrar, la cortesía viene muy bien para mirar su culo. No hay palabras, sólo toc toc subiendo las escaleras.
-Has tardado -dice.
-Es que he tenido una reunión de última hora. Conmigo mismo.
-¿Te apetece hablar?
-No, ya lo traigo todo hablado.

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...