miércoles, 31 de mayo de 2006

La Marina

Pasé el fin de semana en Málaga. Por razones de trabajo. Comí el sábado en La Marina de Benalmádena. La Marina está construída alrededor del puerto deportivo y los yates se aparcan a la puerta de casa como en Holanda hacen con las bicicletas. La Marina es una especie de Venecia pequeña en la Costa del Sol. L

as viviendas son en su mayor parte de realojo. Es decir, que aquí dan una oportunidad a aquellos marginados que se quedaron sin un inmueble en Puerto Banús.

Aunque para ustedes o para mí no tener un apartamento en Marbella puede darnos igual. Para algunos supone un gran trauma que les puede desequilibrar emocionalmente. Es el caso del tipo de la foto. Trabajaba en inversiones en la bolsa madrileña. Número 1 cum laude (varios) de su promoción de ICADE en 1985. Mario Conde quería parecerse a él cuando fuese mayor, no les digo más.

Se apuntó en la lista de espera para conseguir un estudio pequeñito con vistas a los amarres. Pero no le tocó en el sorteo ¡¡y ya tenía comprado el barco!!.

Lo que viene después es un cúmulo de infortunios, su mujer lo abandonó, sus amigos le hacían el vacío... empezó a beber desaforadamente y perdió el trabajo por comprar Repsol justo antes de que Morales nacionalizara. Ahora, ahí lo tenéis, patinando con un bañador demasiado ajustado, entallado demasiado alto y con demasiadas franjas de colores. Pero con sus protecciones para que la mala suerte no vuelva a cogerle por sorpresa, eso si.

martes, 30 de mayo de 2006

Oficios Fascinantes XIII

Trabajo en un polígono industrial de San Sebastián de los Reyes. En una nave dentro de un edificio compuesto por naves. No hay rótulo a la puerta, sólo un nombre en el timbre: Nintendo España, Servicio Técnico. Soy TAN: Técnico Arreglador de Nintendos.

Llegan cada día un montón de maquinitas procedentes de todos los rincones del país. Game Boy, Game Boy Advance y, la estrella, Nintendo DS. Son máquinas muy sofisticadas que han pasado por manos de críos y ahora sufren una avería o -las más de las veces- un percance en forma de caída al suelo desde demasiado alto. En la misma nave trabajamos: 1 recepcionista, 7 TANs y 1 TPN (Técnico Probador de Nintendos). El TPN es un chaval de veinte años, auténtico forofo de las maquinitas, el típico Piterpán que viste como si tuviera diecisiete, de jovenzuelo rapero. En cambio los TANs somos todos ingenieros, ninguno baja de 30 y el aspecto va de gris vulgar a friki recalcitrante. Las Nintendo son muy sofisticadas. Esto ya lo he dicho.

Los TANS sufrimos una enfermedad laboral conocida como Videogame Regression Sindrome. Cuando llevas unos meses trabajando empiezas a notar los síntomas: pérdida del vello en cara y axilas, atiplamiento de la voz y acortamiento en la longitud de los pantalones. Te deja de interesar el Marca y es fácil que te aparezcan canicas y cromos en los bolsillos. Los médicos lo han estudiado pero no se ponen de acuerdo. Lo que está claro es que se debe a las máquinas de juegos. Éstas guardan las energías, intenciones y vibraciones de sus microdueños. Piense el lector que un niño pasa fácilmente 14 horas semanales e incluso más con el trasto entre sus manos, y que la actividad emocional cuando la manipula es muy intensa. Yo había notado que en este taller reinaba un clima especial, como de buen rollo, y lo atribuí a que las máquinas fueran de juegos, a que estamos bien pagados, a que escuchamos radio 3. Pero no, pegadas al plástico o adormiladas entre los circuitos se encuentran sus pequeñas felicidades al ganar, sus diminutas tristezas cuando no consiguen pasar de nivel...

Una de las precauciones es llevar guantes de látex y limpiar bien las carcasas con un trapo mojado en alcohol antes de empezar, pero eso sólo retrasa los efectos. En 2000 un técnico canadiense descubrió que en la esquina inferior del aparato, justo al lado del interruptor, se quedan almacenados los Ganas por Hacerse Mayor (GHM) y que si se tocan con los dedos nada más abrir la tapa, como quien hace masa, se contrarrestan los efectos del Síndrome de Regresión del Videojuego. Por eso entre las normas de Salud en el Trabajo de la compañía está que nada más quitar la tapa el operario debe tocar la zona del AHM.

Pero yo. A veces. No lo hago.

lunes, 29 de mayo de 2006

Las cosas de la abuela Themis (II)

Un día, allá por el año 92, andaba por Buenos Aires. Me instalé en casa de mi abuela Themis, que contaba 80 o más. No muchos más. Quizá 82. No recuerdo. Me iba al centro de la ciudad -porque ella vivía en el primer barrio del norte limítrofe con la Capital Federal- y me dio una serie de recomendaciones. Ella había optado por ir a ver una exposición de Paul Klee.

Mi abuela era así. Se metía a sus ochentaypico una excursíón de más de una hora y media para ver una retrospectiva de Paul Klee. Mi abuelo se quedaba entonces desolado, sentado en una butaca del sillón que está delante de la puerta de entrada de la casa, esperando el regreso de su mujer. Cuando la veía entrar, se levantaba y seguía con su vida.

Mi abuela rezongaba -uso esa palabra porque la usaba ella- y decía, siempre decía:

"No hay nada peor que una pareja culo y calzón, todo el rato juntos, uno pegado al otro".

Mi abuela era así.

domingo, 28 de mayo de 2006

Londres

Me voy a vivir a Londres. Así, sin anestesia. Una temporada larga. Un año, dos, cinco... Quién sabe. Se os puede caer la mandíbula y decir: ¡qué suerte! Os podéis reír y decir: ¡qué putada, se va a poner de color verde y va a comer fatal! Podéis decir: ¡y a mi qué me importa! Pues eso, que me voy a Londres.

La vida es así. Años deseándolo y cuando llega la ocasión uno va y se pregunta: ¿Qué hago yo en Londres? ¿Tiene que ser ahora? Sí, tiene que ser ahora. O no. Pero parece que es que sí. O me da un aire -que puede pasar- y en el último momento digo que no, que yo prefiero Lavapiés, el tráfico de Madrid, mis amigos y mi ambiente, que prefiero renunciar y ser feliz. ¡Glups! ¡Lo que ha dicho: renunciar y ser feliz!

Es para que especuléis un poco.

sábado, 27 de mayo de 2006

Las cosas de la abuela Themis (I)

Mi abuela se llamaba Themis. Su nombre completo era Atlántida Themis. Hermoso. Su padre era socialista de los de verdad y no quería saber nada de nombres católicos. Mi abuela era un ser tan fascinante como su nombre y la más apegada a la vida de las personas que he conocido hasta hoy. Mañana, quién sabe. En casa recopilamos sus frases y las guardamos en la memoria, lo que a veces produce deformaciones divertidas y/o polémicas cuando las sacamos a pasear.

La última que escuché y entonces registré con mimo en la memoria -está tan fresca que es imposible deformarla- fue esta:

"La casa es una caja. No se puede estar todo el día metido en la casa porque nos vamos a pasar siglos metidos en una caja".

Un canto a la vida, a la libertad, a la independencia. Mi abuela era así. Ya verán ustedes.

martes, 23 de mayo de 2006

Oficios Fascinanes XII

Desde pequeño quería ser Administrador de Fincas. Con sólo cinco años, mientras los demás jugábamos a policías y ladrones, a las chapas y -los más adelantados- a los médicos, él se iba a un rincón con otros dos y les hacía recibos. Se llamaba Manolo.

Con doce años empezamos a reunirnos en un inmueble abandonado. Nos bebíamos una botella de calimocho y luego la hacíamos girar: ¿verdad o beso?. La verdad siempre era ¿quién te gusta? y el beso siempre todos se lo queríamos dar a Noelia. Él, el incipiente Administrador de Fincas organizaba en su casa interminables partidas de Monopoli. Habían sofisticado las reglas y se podía ir por grupos al baño para chantajearse, ssobornarse o conchabarse para hacer competencia desleal al prójimo. Los precios de los hoteles y de las casas se iban incrementando al ritmo de 5 puntos porcentuales por encima del IPC cada vez que se pasaba por la casilla de salida.

Un día el profesor preguntó en clase: ¿Qué hecho luctuoso cambió, en 1939, la vida de nuestros vecinos europeos? Manolo, que era un poco pelota se puso de pie, y al ser invitado con un gesto a responder por el profesor dijo: ¿una derrama?. Nadie se rió porque nadie entendió nada, todos miramos al profesor que guardaba silencio estupefacto. Sonó de repente la campana y salimos en tropel al recreo. Luis, que era el más adelantado porque tenía un hermano cuatro años mayor, expuso una teoría que quedó en los anales del colegio como la explicación buena: derrama era lo mismo que correrse, pero dicho a lo fino.

sábado, 20 de mayo de 2006

La mano que envía versos

Lomix, una mano que mira a2manos, nos ha mandado este poema.
Muchísimas muchísimas gracias por colaborar en este espacio de manos

(Me pongo hiperbólico para hacerle la pelota y que siga mandando cosas, e incluso comentando las entradas, ya sabéis: marketing. En algún sitio he leído que lo más difícil de internet es hacer que la gente se quede, empiezo pues una campaña nueva en la que probablemente incorpore el ofrecer café y pastas. Que veo que estáis un poco sositos con el colaborar y escribir y hacer fotos y todo eso. Salud y besos comenteros).


ME MIRO TRISTE LAS MANOS

Me miro triste las manos
después,
cuando escribo en medio
de la noche... (¡qué misterio!).

Me miro mi pobre mano,
estrella con cinco dedos,
estrella con cinco picos
estrella sin firmamento.

Y me parece mentira
que mi mano escriba versos.

Gloria Fuertes

viernes, 19 de mayo de 2006

Hipoteca

Primero tuve la fase bricolaje. Y ahora estoy en la fase hipoteca.

Sí , qué pasa, suele ser al revés, pero a mí me gusta arreglar la casa y luego, si me queda mona, la compro. ¿Rarito? Si yo te contara.

Sabe Dios (que no existe) que prefiero cien mil veces poner tarima a entrar en una sucursal bancaria. Porque las sucursales bancarias rezuman mal rollo por mucha imagen corporativa mucha asepsia y mucha corbata que tengan. No puedo evitar ver en la puerta un cartel con un "cueva de los cuarenta ladrones" tachado por un BBV.

Ayer me tocaba ING. El colmo de la única oficina de ING de Madrid es que a la puerta pone: café ING. Como si hubiera tertulias de intelectuales y abueletes jugando al dominó, no te fastidia.

-Oiga, ¿es aquí donde si les dejo mi dinero "ni las gracias" y si me prestan ustedes me cobran?
-Sí.
-Pues quiten lo de "café", esto es un banco.

Me atiende una economista recién licenciada que habría preferido estar de ministra haciendo planes quinquenales pero que le ha tocado machaca machaca con las hipotecas.

-Buenas, que quería... a ver si me podían prestar una pasta gansa.
-¿Cuánta?
-Pues para un piso: tropecientos mil.
-Eso es mucho dinero.
-Ya, yo le dije a la promotora (otro banco) que si me lo dejaban en la mitad pero me dijeron que no.
-Y puede justificar ingresos para hacer frente a la letra.
-¿De cuanto es la letra?
-Dos mil.
-No puede ser señorita, si a mí en la editorial me pagan a veinte céntimos ¡¡¡cada palabra!!! No puede ser que tenga que escribir 10000 palabras para hacer frente a una sola letra.
-Se siente. La vida es dura. Y para usted, por lo que veo, más. En cualquier caso puedo pasar su caso al Departamento de Riesgos.
--Uf, menos mal, estoy salvado. Porque... al Departamento de Riesgos le gustará el peligro, la emoción, la incertidumbre...
-Para nada, lo detestan.
-Pues vaya mierda de Departamento de Riesgos.
-Usted sabe mucho de esto ¿no querrá usted casarse conmigo?
-...
-Mire que soy muy bueno poniendo tarima.
-...
-Y podría contarle un cuento cada noche.
-...
-Cada noche uno distinto.
-...
-Al oído.
-Mire, se lo voy a explicar de una manera sencilla para que usted lo entienda. Yo soy más bien de gres, porque se limpia mejor. Estoy casada con el director de la sucursal. Y por las noches los cuentos me los cuenta Buenafuente. Sí, al oído, porque mientras mi marido lee las páginas salmón yo escucho la tele con cascos.

Glups. Probaré en Bankinter.

miércoles, 17 de mayo de 2006

Ésta. Otra.

- ¿Has besado alguna vez a un conductor de autobús? le pregunté.
- ¿En marcha?.
- ¿Has dormido alguna vez en un parque?
- De bomberos.

Se rió como quien se zambulle en una piscina. Con desparpajo. Sin bañador. Y yo me quedé mirándola, ya en silencio, dejándome empapar por la lluvia de su risa. Acabó llevándose la mano a la boca, por un acceso de pudor o para velar la infinita atracción que provocaba su boca.

-Sabes que te estuve esperando ¿verdad?
. No era a mí, era a esta otra.

martes, 16 de mayo de 2006

Mano de Noche

Nos manda Ja esta mano nocturna.
Muchas gracias.

Nos gusta recibir manos.

Animaos comenteros. Serán, como ésta, manos bienvenidas.

lunes, 15 de mayo de 2006

Paul Auster

Reconozco que al principio me desconcertaba. Con Trilogía de Nueva York pensé que no escribía mal el chico pero ¿hacían falta tantas páginas para contar eso? Luego fui cayendo una y otra vez en sus manos. Con El libro de las Ilusiones le concedí un puesto vitalicio en mi olimpo particular de escritores. Tombuctú le confirmó el puesto y ahora me quedan 20 páginas de Brooklyn Follies, está todo el pescado vendido y yo me he parado en seco. Como con la última cucharada de la tarta... me da pena que se acabe.

viernes, 12 de mayo de 2006

La ropa

Tengo camisas para días normales y tengo camisas para días especiales.

Y pienso que no son los días los que determinan qué tipo de camisa usar.

Muy al contrario es la camisa quien decide cómo va a ser el día.

Por eso en días raros elijo cuidadosamente lo más nuevo, lo más estilizado.

Y los días que amanecen buenos y especiales... esos da igual qué diablos te pongas.

Oficios Fascinantes XI

Desde pequeño soñaba con ser Administrador de Fincas. Y en los recreos mientras unos corrían, otros jugabamos a las canicas y los más avispados a los médicos, él se iba a un rincón con dos de los niños más sositos del colegio y les hacía recibos.

A los trece nos juntábamos en el garaje de alguno y haciendo girar una botella pasábamos la tarde a verdad o beso. La "verdad" siempre era ¿Quién te gusta? y el beso siempre se lo queríamos dar a Noelía. Manolo, que en aquel tiempo era el único del colegio (incluídos los profesores) que tenía tarjetas de visita, se juntaba con otros tres y jugaban interminables partidas de monopoli. Habían escrito sus propias reglas como por ejemplo que estaba permitido irse al baño en grupos de dos o mán para sobornarse o hacer chanchullos para arruinar a uno que dejaban sólo.

Cuando el profesor preguntó qué hecho luctuoso había ocurrido en 1939 cambiando la vida de nuestos vecinos europeos él levanto la mano: ¿una derrama? No nos reímos. No entendíamos. El profesor se quedó estupefacto, no reaccionó. Sonó la campana y salimmos al recreo. Luis, que era el más avispado porque tenía un hermano cuatro años mayor, nos aclaró las cosas: una derrama era correrse, pero dicho en plan fino.


miércoles, 10 de mayo de 2006

El papelito

Nunca se lo perdonaré a mi padre.

Yo hice un papelito en La Guerra de las Galaxias de George Lucas. No lo sabe casi nadie. Sin texto. Iba metido en uno de los soldados malos, los del traje blanco. No veas si daba calor el maldito traje.

Como a mitad de la película hay una escena en la que acompaño a Darth Vader, yo soy el de la derecha. Muevo ligeramente el pie. Era para que mi madre me reconociera. Ella se gastó un pastón en los cursos de interpretación y ese gesto era una especie de pequeño homenaje. Mi madre se lo dijo a todas sus amigas y en mi pueblo, en Wisconsin, cuando se acercaba esa escena se podía oír en el cine: "mira, mira, mira" (en inglés: "look, look, look")

A Carrie Fisher, que hacía de Leia, le gustaba fumar. Mucho. Un día se le fue la mano con los porros, se desinhibió y le espetó a Lucas: "te vas a meter las dos caracolas por el culo". "En inglés: "get both conchs deep in your asshole". Literal, lo juro. Se refería al peinado.

Yo estuve allí. En una película que batió todos los records. Me habría gustado hacer de Darth Vader, porque me sienta mejor el negro que el blanco, pero no pudo ser.

El único recuerdo amargo se lo debo a mi padre. Y hasta que la peli no llevaba un mes en cartel no me di cuenta. Os diré por qué. Cuando pasé el casting (pedían danza, esgrima, claqué, acrobacia, mirada sensual y cantar algo, ya me dirás tú pa´qué) me ofrecieron de sueldo un fijo de 3500$ o un 0,001% de la recaudación. Yo tenía apenas 18 años así que llamé a mi padre: "No seas tonto hijo, no te dejes engatusar, más vale pájaro en mano que ciento volando"

lunes, 8 de mayo de 2006

Malas vibraciones

Son las cuatro de la mañana.

Yo, que nunca lleva reloj en la vida, siempre lo llevo en la cama.

No puedo dormirme, algo me está incomodando.

Son malas vibraciones parecidas a cuando te han metido un muñequito de vudú debajo de la almohada (miro, y nada), tienes reunión de la comunidad al día siguiente (no toca) o se le está acabando la pila al marcapasos (no llevo marcapasos).

Me levanto, voy al baño y me corto las uñas de los pies.

Regreso, abro Brooklyn Follies y no llego ni a la tercera línea. Me duermo.

Uf, era eso.

viernes, 5 de mayo de 2006

El domador

Ella se marchó dejando media cama conquistada. Vacía y sucia como el solar sin construir de un barrio caro.

El trabajaba como domador. Lo peor no era enfrentarse con los leones en la jaula, para eso estaba el látigo. Lo peor era llevarlos dentro.

Ella era la equilibrista más guapa de todos los circos mundiales.

Abandonado, se volvió huraño, hosco; se dejó crecer la melena y se le fueron poniendo los ojos pardos. Un día entró en la caravana y colocó todas las cosas de ella en un lado, dejando las suyas en el otro. Salió y con una motosierra cortó el remolque en dos.

Se fue el circo y el se llevó sólo lo que era suyo dejando lo demás abandonado.

Y pensó, ojalá pudiera hacer lo mismo con mis vísceras, con mi sangre, con mis músculos... quedarme solamente con lo que me pertenece.

jueves, 4 de mayo de 2006

De acuerdo...

...no me puedo quejar. No debo. Pero en las últimas semanas mi vida es pura convulsión. Hoy estoy asomado al abismo, al vacío. Siento vértigo, miedo. Quiero y no quiero. Pienso en cómo debe ser la soga que rodee mi cuello y dónde la debo colgar. Así estoy.

No me puedo quejar. No debo. ¿Por qué no? De golpe todo da vueltas en mi cabeza, siento una insoportable opresión en el pecho y un dolor en la boca del estómago que sólo me provoca náuseas.

No me puedo quejar. No debo. Tengo ganas de llorar, porque he perdido el control de mi vida justo cuando no debía. No sé cómo recuperarlo, y eso sólo me hace pensar en lo que muchas veces he pensado. No me puedo quejar. No debo. No haré nada. Aunque sé que nunca jamás hay segundas oportunidades.

¡Mierda!

La Enseñanza

De nada le sirve esta noche saber cómo se multiplican los logaritmos neperianos. Y por eso piensa que más le valdría que en segundo de BUP le hubieran enseñado a llorar. O en su defecto a escribir las penas.

miércoles, 3 de mayo de 2006

Antes de desayunar

Justo el momento en que abres los ojos después de dormir toda la noche tiene una cualidad especial. Hay gente que no sabe apreciarla porque inmediatamente se le va el pensamiento al primer item de la agenda y lo estropea.

El momento en que abres los ojos es una fruta efímera, pero deliciosa, porque en ella se mezclan los sabores del sueño y la vigilia. Es como un delta con aguas saladas y dulces, y los animales y plantas que lo habitan son por ello muy especiales. Para ti, que de biología y de imágenes poéticas ni idea, lo concretaré en que el momento en que abres los ojos no es ni chicha, ni limoná.

Yo recomiendo a todo el mundo que se detenga a saborear estos instantes en los que la razón intenta encerrar en una mazmorra a lo onírico para tenerlo todo el día ahí metido y que no moleste a la productividad; los recomiendo porque son entretenidos y enriquecedores. No vayáis a pensar que son pajas mentales mías, lo dicen científicos muy serios.

No sé con qué diablos habré soñado esta noche pero me he despertado acompañado por todas mis ex, cada una en su cama. Cada una con una compañía y alguna sola (vaya por Dios). Estaban dispuestas en abanico como las cartas en una mano y no he podido evitar fijarme en sus pijamas (alguna camisón, alguna nada). En sus compañeros. En sus edredones. En sus despeinadas pelambreras. Todas, todas, todas tenían un calorcito dormilón (es una pena que no se aproveche esa energía, porque mira que es renovable) Todas tenían un rostro beatífico, muy lejano a esos caretos tensos cargados de ira que alguna vez me dedicaron. Y en la esquina de la imagen aparecía su aliento, el de cada una. Con distintos matices pero todos ellos apestosos, no tanto por su condición de exes como por la hora.

Me he levantado y, ya estaba llegando a la cocina, cuando me he dado la vuelta y he ido a lavarme los dientes.

Antes de desayunar.

martes, 2 de mayo de 2006

Gente


Somos unas siluetas anodinas. Más o menos borrosas dependiendo de la distancia. Nos movemos como hormigas frenéticas Sólo hay que alejarse unos cientos de metros para darse cuenta. Desde dentro cada uno se percibe como una individualidad original y única en torno a la cual gira el universo. Pensamos que somos personas, pero no, somos gente.
Hasta ahora, ya ves, no me había dado cuenta de lo que se parecen las palabras percibe y percebe ¿por qué será?

lunes, 1 de mayo de 2006

Estatuas

Este Monumento al Soldado Impotente lo encontré caminando por las calles de Oporto. Me pareció muy humano porque todas las ciudades tienen alguna estatua a los caídos en glorioso defender su patria, a los caídos en glorioso atacar la de otros, a los vencedores a secas... pero en ninguna había visto una dedicada a esos soldados que fueron enviados con falta de juicio y de previsión y que se encontraron al llegar con un muro infranqueable y se quedaron de piedra. No se me da muy bien el portugués pero creo que en la base decía: "A los que lo intentaron pero no pudieron".

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...