lunes, 27 de abril de 2009

Martes

Es verdad que nos reímos, Es verdad que estuvimos charlando en su coche mientras llovía afuera. Es verdad que recorrimos Paris de noche en bicicleta. Es verdad que nos reímos, que nos abrazamos, que me ganó al billar. Es verdad que desayunamos al sol y cenamos a la luna. Es verdad que se durmió a mi lado. Es verdad que despertamos juntos. Es verdad que nos reímos, Es verdad que se buscaron nuestras bocas. Es verdad que se encontraron. Es verdad que vino en tren y que se fue volando. Y en cada momento preciso cada una de esas cosas fue más verdad si cabe.

Pero hoy tengo que escribirlo.

Porque este maldito martes se empeña en decir que todo fue mentira.

Y le da igual que yo pueda aportar pruebas como esta imagen que de tan explícita es casi pornográfica.

Es verdad que hicimos el amor en la playa.

jueves, 23 de abril de 2009

Frase

"Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices."
Alain. Filósofo francés

martes, 21 de abril de 2009

Se puede

Se puede vivir sin música. Se puede vivir sin helados. Se puede vivir sin leer. Se puede vivir sin caricias. Se puede vivir sin tumbarse al sol desnudo. Se puede vivir sin luna. Se puede vivir sin aprender. Sin llorar. Se puede vivir sin reír. Se puede vivir sin amigos. Se puede vivir sin sexo. Es más difícil pero también se puede vivir sin sonreír. Se puede vivir sin hablar o hablando sólo de cosas triviales. Se puede vivir sin vino, sin poesía, sin atardeceres rojos y sin amaneceres en compañía. Se puede vivir sin que te abracen, sin abrazar, sin flores. Se puede vivir sin conocer el mar, sin haber pisado la arena de una playa con los pies descalzos. Se puede. Estoy seguro de que se puede.

Pero yo no quiero.

lunes, 20 de abril de 2009

La azotea

No subimos a la azotea para intentar arreglar nada. Lo hicimos por el puro placer. Porque la azotea es mi sitio favorito de una casa. Resultó también ser su lugar favorito. Hacía fresco, pero el sol había calentado las baldosas. Nos tumbamos. Al poco, el sol hizo como que se despedía, y, en efecto, se fue. Y aparecieron un montón de estrellas sobre nuestras cabezas. Las estrellas son mucho más hermosas que el sol. Pero son de otra manera, no sé, más discretas y prudentes. A diferencia del sol, o de la luna, ellas siempre están ahí. Pero no se encienden hasta que el astro rey se ha marchado. Para no hacerle sombra. Para no molestar. Son más en número, son, además, más hermosas, y lo saben. Pero ahí se quedan, ensimismadas, a sus cosas, ocultas mientras el sol se pasea de un lado al otro del cielo.
–¿Te imaginas lo que debe ser salir con alguien que no sabe mirar a las estrellas?
–Uf, qué pereza, yo creo que no podría.

sábado, 18 de abril de 2009

Algo íntimo

Me besó tan formal, sonrió tan poco, habló de cosas tan livianas, lo hizo tan seria, me miró tan poco y se sentó tan lejos, que todos notaron que entre nosotros había algo íntimo.

viernes, 17 de abril de 2009

Manos

Me han acusado tantas veces de que me invento todo lo que escribo en este blog... pues hoy voy a contar una historia real, que me ha pasado a mí, hoy mismo, con pelos y señales.

Suelo desayunar en una cafetería que hay al lado de mi oficina, en la misma calle Alberto Alcocer, a unos 50 metros. Una tostada, zumo de naranja, café con leche en vaso, un cruasán a la plancha y un donut de chocolate. Soy un tipo parco en los desayunos. Quiero decir que no hablo con nadie. Suelo coincidir con la misma gente a la misma hora. Pero como todos saben que soy parco en los desayunos nadie me dirige la palabra. Yo se lo agradezco de corazón.

Hay una camarera delgada, de treintaytantos, con media melena lacia de pelo negro. La piel blanca. Desde el primer día que desayuné aquí me fijé en ella. Más bien me fijé en sus manos. Manos flacas y pequeñas, pero cargadas de una energía especial. Las manos de la camarera se mueven como si tuvieran vida propia, como si danzaran según una coreografía. Esas manos tienen un don, y no es sólo untando la mantequilla. Se mueven rápido y hablan. Hablan entre sí y hablan conmigo. Tienen la locuacidad de la que carece su propietaria. Y también tienen la locuacidad de la que carezco yo.

Con la misma concupiscencia con la que otros clientes le miran el culo o las tetas yo observo las manos de la camarera. Y son ya muchos desayunos. El deseo ha ido creciendo. Quizá podría haberlo controlado. Pero, no, muy al contrario, lo he dejado crecer. Hasta llegar a desbordarse. Es un deseo pequeño, tan pequeño que ni desbordándose escandaliza: que esas manos me toquen. Esas manos son tan ágiles, su evolucionar es tan grácil, son tan precisas y delicadas, que me imagino todo yo convertido en napolitana, churro, porra o sobrecito de azúcar. Alguno estará tentado de pensar que eso es amor. Me temo que no, es deseo, sensualidad en estado puro.

Sí, ya lo sé. Que soy un pervertido. Que si fuera normal tendría como fantasía que me llevo a la camarera al almacén y consumo con ella (de consumar, no de consumir) un coito entre cajas de cocacola (de consumir, no de consumar). Y no esa lujuria de "sobrecito de azúcar". ¡¡Guarro!!

Pero a mí me pierden sus manos. Me ponen, qué le voy a hacer.

Algo deben haber notado, ellas, las manos, ya que hoy, sin que me percatara, han puesto sobre la mesa una servilleta, entre el zumo y el café con leche en vaso, esta nota que reproduzco:

¿Se habrá dado cuenta la camarera de lo que han escrito sus manos? ¿Sabrá que me lo han mandado a mí? He levantado la vista y he visto a esas dos manos entrar en el almacen, sujetando al resto de la camarera por las muñecas. Ella no entendía nada. Yo sí. Me he levantado y las he seguido. Y ha pasado lo que tenía qie pasar.

Después, mientras alisaban el delantal y atusaban el pelo. La camarera ha dicho: "Eres un pedazo de capullo, te lo digo con cariño".

Quizá algún día entienda a las mujeres, pero no creo que nunca llegue a comprender sus manos.

(*) "Todo el mundo espera más de la vida, unos se atreven a ir a por ello y otros no"

jueves, 16 de abril de 2009

Un trozo


Tengo un dolor en el estómago.
Como si se me hubiera atragantado algún trozo de la vida.
Por no masticarlo bien.
O porque estaba pasado de fecha.
O simplemente porque no era digerible: no es de nadie la culpa.

Lo noto en que escribo por los rincones, en posturas incómodas, en papeles sueltos. Escribo como vomita el borracho antes de volver a casa. Para que no se me quede nada malo dentro. Tampoco nada bueno. Coloco siempre la fecha en una esquina. A la manera en que la han de llevar los billetes de los trenes.

Cuelgan los racimos de flores blancas de la glicinia sobre el banco de madera.

Y no hay nadie sentado en él.

Tengo el banco de madera, tengo el blanco de las flores, tengo el cielo, naranja por las noches, y de azules briosos por el día. Y tengo un dolor en el estómago, como si, por comérmela deprisa, se me hubiera atragantado algún trozo de la vida.

martes, 14 de abril de 2009

Burbuja

La piel de la burbuja.

Sabe uno que es frágil.

Que si no, no sería burbuja, sería bola de billar.

No podríamos ver a través de ella, ni se elevaría sublimando nuestro ánimo.

Sabemos que su vida es corta. Por naturaleza.

Pero a pesar de ello, nos duele en lo más íntimo cuando explota.

Desaparece.

Y queda sólo una gotita de jabón.

domingo, 12 de abril de 2009

Capas

En junio quedé varias noches con una rubia que tenía 1,5 capas.

La última chica con la que salí, a mediados de enero, era flaca y tenía 3 capas.

Estuve casado 3 años con una mujer de mediana estatura y de 1 capa.

La primera novia, allá por mis 17, tenía 0 capas pero luego se las fue poniendo, vaya por Dios.

De protección, se entiende.

sábado, 11 de abril de 2009

Entender


Pronto me di cuenta de que,
a la hora de hacerse entender,
era muy buena con las palabras.
Pero era mucho mejor con los silencios.

miércoles, 8 de abril de 2009

Debilidad

Puede que en algunos momentos de debilidad me comporte como una persona respetable.

O incluso sensata.

Vale, está muy feo, lo reconozco.

Pero me lo puedo permitir puesto que soy un hombre con los pies bien anclados en el cielo.

Me quiso V

Lo justito.

Fue apenas una ilusión, una tontería y traspasar la línea.

3 días. ¿Qué son 3 días? 3 gotas en el mar. Nada serio.

No se puede decir que fuera querer algo que duró tan poco.

¿Un año? ¿Qué es un año?

martes, 7 de abril de 2009

Me quiso IV


Sí, se le notaba mucho. Uf, muchísimo. Y puedo entenderlo perfectamente. Les ha pasado a varios. Yo soy así: enamoro. De repente. Sin remedio.

El dice que fueron 3 días, pero yo creo que fueron muchos más.

Vamos, según yo y mi madre, él sigue perdidamente enamorado de mí.

Y yo no puedo hacer nada.

lunes, 6 de abril de 2009

Me quiso III


Bueno, yo en realidad no lo quise. Ni 3 días siquiera. Se lo ha inventado todo él.

Se pasa el día con el tractor de aquí para allá, tiene mucho tiempo para pensar, y se inventa cosas. Yo ni le digo que sí, ni le digo que no.

Me cae bien, pero no es mi tipo. Vamos que lo tengo claro: yo no lo quise.

domingo, 5 de abril de 2009

Me quiso II


La quise unos cuantos días. Fueron pocos. Exactamente 3: un fin de semana O quizá es que a uno siempre le parecen pocos.

Pero la quise fenomenal. Eso lo tengo claro. Le preparé un carnet de princesa, qué digo de princesa: ¡de reina! La llamaba a todas horas y me costaba tanto colgar. Las cosas que contaba me resultaban la mar de interesantes, incluso cuando repetía un par de veces o más la misma historia siempre me parecía que añadía detalles nuevos (aunque no lo hiciera). La quise, de esa manera llegué a verla hermosa, alegre...

Yo sabía que eran las cosas del enamoramiento, que todo eso era fugaz, ilusorio. Pero me dejaba llevar, y me calentaba el alma en ese fuego fatuo como si fuera una hoguera en el salón encendida con encina y bendecida por Dios en el altar con su cuñada soltando una lagrimita en el tercer banco. Si me llaman a testificar, diré que esos fuegos artificiales fueron estrellas, y esa pompa de jabón era de cristal blindado. Sí, ella era hermosa, alegre... Si lo era para mí, lo era. Y punto.

Joder, ya lo sé, estuvo mal, pero un día -el cuarto- me cansé de quererla, me aburrí de ella y de sus cosas. Primero la rebajé de reina a presidenta del gobierno, y luego, en apenas unos días la hice ministra de cooperación internacional (sí, con minúscula). En dos semanas la tenía de directora gerente de una ONG tapadera (también con minúscula), sin presupuesto, ni oficina. Y cuando la llamaba cruzaba los dedos para que no me dijera: ¿nos vemos?

Ya no era hermosa, ni alegre... y creo que por dejar de serlo para mi, también dejó de serlo.

sábado, 4 de abril de 2009

Me quiso I



Me quiso unos cuantos días. 3 exactamente, un fin de semana. Fueron pocos. O quizá es que a uno siempre le parecen pocos.

Pero me quiso fenomenal. Eso lo tengo que reconocer. Me hizo un carnet de súper-héroe. A las 9 de la mañana del viernes lo tenía listo. Me llamaba 30 veces. Y cuando colgaba me llamaba otra vez para decirme que me echaba de menos. Me preguntaba cosas y me miraba con tal arrobo que parecía que mis respuestas eran la mar de ingeniosas. Llegó incluso a verme guapo, listo, y muy buena persona.

Siempre pensé que exageraba, nunca me lo crei. Pero, qué narices, lo disfruté a manos llenas. Sabía que me veía así porque me estaba queriendo. Durante unos cuantos días, 3 exactamente. Así que muy probablemente, en ese tiempo escaso yo en verdad fui guapo, listo e incluso muy buena persona. Si lo era para ella lo era, y punto.

Y luego sin avisar dejó de quererme. Me retiró el carnet de súper-héroe. Y cuando yo le decía: tengo ganas de verte. En vez de contestar la respuesta correcta (a: yo más) o la segunda mejor calificada (b: yo también) soltaba con tibieza un "ya nos vamos a ver mañana". Y yo guardaba un silencio discreto mientras se me caían los palos del sombrajo. Chaplin alejándose por el camino con sus ropas grandes y raídas. Colgaba el teléfono con cara de ploff.

A medida que ella iba dejando de quererme yo ya no era guapo. ni listo. Lo perdí todo. Bueno, casi todo, me quedé con esa mierda de "muy buena persona".

Los hijos de Dios

Todos somos hijos de Dios. Incluso los que no creemos en él.

El fundador de los Legionarios de Cristo, una de las sectas más recalcitrantes dentro de esa gran secta recalcitrante que es el catolicismo, tenía una amante y una hija secreta. También tenía unos seminaristas que le acusaban de pederastía y abusos sexuales. Se ha sabido hace poco.

Los que creen en Dios le perdonarán porque lo manda Dios.

Los que no creemos en Dios le perdonaremos porque nos da lo mismo.

Dios le perdonará porque es Dios y lo perdona todo -aunque con su propio hijo se pasó bastante, la verdad.

Digo yo que el fundador de los Legionarios de Cristo -una vez perdonado- debió pensar que es una suerte este despilfarro de perdones y que si lo hubiera sabido se habría explayado un poco más. Se da la coincidencia de que quien lo perdonó (ya no vas a dar más misas, te retiras y estás calladito, ego te absolvo) es el azote del condón en persona el mismísimo Ratzinger (a mí me recuerda a Mazinger Z). Qué curiosa mirada la de este hombre que aremete contra los preservativos que previenen el SIDA en África pero exculpa a un pederasta y agresor sexual.

Se me ocurren dos razones:
1. que lleva sotana como él (complicidad estética)
2, que cuando abusaba de los niños lo hacía sin preservativo y entonces el pecado es venial.

jueves, 2 de abril de 2009

Citas

Se las he escuchado a menudo. Aunque cada vez las dice de una manera distinta.

Hoy he parado el coche, he cogido un boli y: "no arranco hasta que no me des las versiones buenas".

La primera la dice cuando yo insisto en que todo lo que pone en este blog es pura "coincidencia", vamos, que no es verdad.

"Las canciones son pequeñas mentiras que cuentan grandes verdades" Ray Doriva.

-Eso es tu blog -me dice- pequeñas mentiras.

La segunda me la repite esos días en que me rebozo en el barro de la nostalgia y no consigo ver nada de lo hermoso a mi alrededor. Esos días en que me masturbo de tristeza circular, ella, que es casi siempre optimista y fuerte (¿acaso no es la misma cosa?) me dice:

"He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer... No he sido feliz" Borges dixit.

-Anda, no seas membrillo, no cometas el peor de los pecados, -y coqueteando una sonrisa pícara detrás de su melena añade- concéntrate en los otros.

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...