lunes, 26 de marzo de 2012

Dos cafés


En un bar rancio del barrio del Pilar.
No faltaba la tragaperras,
ni el dueño esaborío,
ni el parroquiano con su sol y sombra,
ni el bocadillo de panceta en la pizarra,
ni el mostrador mugriento.
Unas cuantas aceitunas flotando a la deriva
esperando ser pescadas.
Dos cafés con leche.

1 comentario:

  1. Seguro que además de las aceitunas había muchas más cosas flotando a la deriva, esperando ser pescadas.

    Siempre hay muchas alrededor de un café.

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