domingo, 29 de abril de 2012

Sin Título

En el cuarto de baño hay un alicatado blanco. Baldosines muy pequeños, como los de piscina. Más o menos. La mayoría son blancos, pero hay algunos, salteados, de varios colores. Uno de mis entretenimientos es reconocer el patrón, la secuencia que forman los pocos de colores dentro de los muchos blancos.

La otra mañana C. se despertó antes que yo. Cogió su Nintendo y se vino a mi cama. Se arrimó aprovechando el calor que todavía desprendía mi sueño. Y me desperté con la música de su vida fulgurante al lado, y la cadencia ratonera de la maquinita. No abrí los ojos, ni me incorporé ¿para qué? Para qué iba a levantarme si en ese instante, con los ojos cerrados, lo tenía todo.

Ahora es de noche. Me tomo un Almax. Justo en este instante. No estoy mal, pero hay algo que no he digerido bien. Me refiero a algo de lo que he comido hoy. O quizá es un trozo de la vida, un minuto concreto. uno que picaba mucho, o que tenía mucha grasa, o estaba condimentado con poco cariño.

No está bien escribir cartas de amor y no mandarlas. No está bien guardarse besos. Dejarse canciones en libretas olvidadas. No está bien guardarse piropos, cariños o versos. Que te puede caer un guantazo... ah, se siente.

Tengo --de mi madre-- un cajón con bobinas de hilo de distintos colores. No sé por qué precisamente eso. Mientras me quedo dormido sobre el teclado y la cabeza se me llena de imágenes inconexas --algunas de ellas muy interesantes-- el meñique aplasta la letra a del teclado. Abro los ojos y hay demasiadas aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaes. Las borro.

¿Dónde estás?

¿Dónde te has metido?

Me lo pregunto antes de dormirme.

Publicado en a2manos el 11,12,2007

jueves, 26 de abril de 2012

Tenía

Tenía una cinta que se atascaba al llegar a la mitad.

Y tenía en ella una canción de Ottis Reading grabada de la radio, que me ponía la carne de gallina. El caso es que ahora no recuerdo ni el título, ni el estribillo.

Tenía un radiocasete heredado que no rebobinada ni palante, ni patrás.

Tenía un bolígrafo BIC y mucho arte para dar vueltas.

Publicado originalmente en a2manos el 06,06,05

domingo, 22 de abril de 2012

Echo la vista atrás

Echo la vista atrás y en los últimos meses he visto en concierto a Los Secretos,
a Maria Joao Pires,
a Siniestro Total,
a Diana Krall,
a Gloria Gaynor,
a Andrés Calamaro,
a Silje Neergard,
a Chick Corea y Bela Fleck,
a Manhattan Transfer,
a Stacey Kent,
Concha Buika,
Toquinho y Maria Creuza,
Neil Young,
Chucho y Bebo Valdéz,
Take 6,
Albert Plá
y algunos más que se me olvidan.

He visto en el teatro Las Troyanas,
Barroco,
Pagagnini,
Ascenso y caída de la ciudad de Mahagony,
Rebeldías Posibles,
Lipsynch de Ex Machina,
Stifter Dinge,
Garrick,
En la cama
y algunos más que se me olvidan.

Los espectáculos de danza Moon Water y Square Map of Q4,
Les Ballets trokadero de Montecarlo,
Victor Ullate Ballet
y alguno más que se me olvida.

He leido Firmin,
La maravillosa vida breve de Oscar Wao,
El hombre que confundió a su mujer con un sombrero,
El asombroso viaje de Pomponio Flato,
Pequeño tratado de manipulación para gente de bien,
La leyenda del santo bebedor
y otra vez a Gloria Fuertes
y otra vez a Ángel Gonzálex
y algunos más que se me olvidan.



jueves, 19 de abril de 2012

Vuelvo


Vuelvo.

Aquí.

Ya lo habréis notado.

Con vosotros.

A colocar palabras como fichas de dominó.

No sé qué significan cuando las escribo.

Quizá lo sepas hoy cuando las leas.

O, si no, mañana.

O, si no, no importa.

Vuelvo aquí, a a2manos.

Porque se está muy agustito.
    

martes, 17 de abril de 2012

Casi mar

Madrid.

La primavera deja cuadros como este.

Qué afortunado soy de tener una ventana.

Gotas de espuma.

Cielo.

Casi mar.

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lunes, 16 de abril de 2012

Esa otra cosa


Un niño de 3 años se resiste a subir al coche. Su madre intenta convencerlo. El niño patalea, parece que quiere que ella lo suba en brazos y ella pretende que suba por su propio pie. La escena se alarga por 15 minutos aproximadamente. No sé cómo terminó la cosa, sólo vi el coche alejarse.

Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo hablando de la libertad, buscándola, reclamándola, exigiéndola... primero a nuestros padres, luego a todo el mundo. En el colegio, en la universidad, en el trabajo... luego tenemos un hijo y nos sometemos a todas las esclavitudes que nos propone, una detrás de otra.

Si un vecino te saca de la cama a gritos 4 veces la misma noche llamas a la policía. Si lo hace tu hermano le quemas los álbumes de cromos o le echas cocacola en el ordenador. Si te lo hace tu pareja pides el divorcio o un alejamiento judicial. Pero si lo hace tu hijo (con motivos tan poco consistentes como "quiero agua" o "alcánzame el osito que se me ha caído") ni rechistas. No voy a explayarme en cómo es la cosa cuando el niño tiene 12 o 15 o 18 porque es demasiado humillante.

Podría pensarse que toda la libertad que recolectamos durante los primeros años sirve de ofrenda a los pies de nuestros hijos. Como los corderos que se sacrificaban para aplacar la ira de los Dioses en los templos.

Podría pensarse que quien opta por no tener hijos es más libre. Nadie le importuna con la alevosía que sólo los hijos saben destilar.

Quizá esa cosa tan grande, libertad, se queda muy pequeña al lado de otra cosa.

Aunque yo no tenga ni idea de cómo se llama esa otra cosa.

miércoles, 11 de abril de 2012

Rodeo

He tardado 42 años en llegar a este punto.

Exactamente a este punto en el que me despierto con el sonido de los pájaros, una ladera con niebla a la vista.

Encinas, sur, romero, silencio.

A mi lado una respiración más armoniosa que la sinfónica de Berlín entera ¡sin suplentes!

He tardado 42 años en llegar a este punto.

Yo sabía que los griegos proponen la línea recta como el más corto de los caminos, pero sería que yo no tenía prisa, y he preferido dar un rodeo.

sábado, 7 de abril de 2012

El pelapatatas


Hay mucha gente en el mundo lo bastante cultivada como para disfrutar de los matices de un Monet, pero no hay tantos que tengan aptitudes emocionales e intelectuales para reconocer un buen pelapatatas.

No soy de los que se tiran el pisto, prefiero comérmelo, pero tengo que reconocer que yo soy una de esas personas afortunadas.

Y además me consta que el lector medio de este blog goza de una sensibilidad sutil y refinada: sabrá de qué estoy hablando. Por eso puedo comentar en este foro, sin que nadie se extrañe, que el avión de pasajeros es un invento más burdo que el pelapatatas. Esto se prueba con 3 hechos incontestables: El primero que hay bastantes fabricantes de aviones y mejor o peor todos cumplen su cometido, y eso, en cambio, no ocurre con los pelapatatas. El segundo que un avión puede surcar más o menos todos los aires, porque son todos parecidos, pero las pieles de las patatas, calabacines, manzanas, zanahorias, tomates!! no tienen nada que ver unas con otras, y un buen pelapatatas ha de moverse bien en todas. El tercero es la seguridad, ¿cuántas personas sufren daños anualmente usando aviones de pasajeros? muy pocas. En cambio miles de personas se magullan utilizando pelapatatas de media o baja calidad.

Se puede conocer el nivel de desarrollo de un país por la calidad de sus pelapatatas, esto lo saben en la ONU desde hace muchos años, aunque no lo difundan por razones obvias. Según las tablas de CHPC (Cómputo de Horas Perdidas en la Cocina) si el pelapatatas no funciona bien se tarda más del doble en realizar la tarea, que pasaría a nivel nacional si todas esas horas que se despilfarran a lo tonto se dedicaran a la investigación del protón, o a descodificar el ADN, eh?

Y yo me pregunto, son estos los pelapatatas que queremos para nuestros hijos. Vamos a permitir que las generaciones futuras sigan esclavizadas... No es sólo la profundidad del corte, ni la suavidad, ni la seguridad, si la prestancia... un pelapatatas debe ser elegante, y discreto.

Os presento mi pelapatatas.

La felicidad en la cocina al alcance de cualquiera.

De cualquiera que sepa valorarlo, claro.

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martes, 3 de abril de 2012

Las cosas importantes

Los árboles se diferencian de los humanos en que no tienen inteligencia.

Pero los árboles saben de las cosas importantes, y las cosas importantes son en realidad muy pocas:

La vida, la muerte, el frío, el calor, el otoño, el verano, la lluvia, el sol, el tiempo.

Los árboles saben del tiempo, del meteorológico, pero además, del cronológico.

Miro este árbol que no se inmuta por mi presencia, ni le incomoda mi cámara, y mucho menos si han ganado unos u otros las últimas elecciones. Y no puedo evitar sentir envidia y algo de melancolía: ¿para qué nos sirve a los humanos la inteligencia si no somos capaces de discernir las cosas importantes?

La vida, la muerte, el frío, el calor, el otoño, el verano, la lluvia, el sol, el tiempo.

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...