jueves, 14 de junio de 2012

Neuronas

El craneo se abre a rosca.

La mayoría de la gente no lo sabe por la sencilla razón de que no lo ha probado. Yo sí. Ésta no es la primera vez.

Una vez abierto, saco las neuronas y hago un montoncito encima de la mesa. Me dejo puestas sólo las necesarias para escribir este post y controlar los esfínteres.

Una vez en la mesa las limpio como se hacía antes con las lentejas. Algunas se han echado a perder por falta de riego, exceso de años o simple suicidio funcional. He desconectado previamente los axones, pero no me acuerdo de cómo lo he hecho. Prrrrr.

Da igual. Prrrrr. Luego las pones como vaya saliendo, ellas se adaptan, puede que pases un par de días viendo rayitas como si la parabólica estuviese mal orientada, pero se pasa.

Las neuronas son grises, pero entre ellas hay matices. Las que se ocupan del lenguaje tienen forma como de letras, más o menos. Las meto en una redecilla similar a las de hervir los garbanzos y las meto en la lavadora. Últimamente pongo muchas faltas de ortografía, y quiero arreglarlo.

Las grises y un poco azules son las que sirven para mirar el cielo y el mar. Las llimpio cuidadosamente para que recuperen todas sus facultades. Los expertos recomiendan utilizar cristasol y un paño que no deje fibras sueltas.

Las grises ligeramente rosadas son las del amor, el erotismo, la seducción... se encargan también se tareas menos gloriosas como llorar con los telefilmes y traernos a la memoria recuerdos tórridos para consolarnos en invierno sin necesidad de apartar el edredón.

Las grises a secas son aquéllas en las que almacenamos las monotonías, las rutinas, la ropa de hace demasiadas temporadas, los atascos afectivos, los miedos, los aburrimientos, muchas de las esperas al autobús, las horas que empleamos en hacer la declaración de la renta, algunas comidas familiares con familias que creemos nuestras pero que en el fondo no lo son. Si las metes en una bolsa de supermercado y las centrigufas lo más rápido que puedas, dando vueltas al brazo por la ventana, una reacción química de las mitocondrias y los alveolos planoconvexos de la hemoglobina las hace cambiar de color. Si se escapa alguna en el vaivén o se te escurre la bolsa y cae a la calle no tienes que preocuparte. Lo de que las neuronas no se reproducen no es aplicable justamente a las grises a secas. Si no, no estaría el mundo así.

Las blancas están ahí para inventarse cosas. Son las de la creatividad. Algunos dicen que hay que engordarlas, entrenarlas haciéndolas saltar lápices encima de la mesa, doparlas con metaparitina para que rindan más... No, yo soy partidario simplemente de borrarlas una a una y dejarlas blanquísimas. Como un folio, la retina de un niño o la piel del culo el primer día que te quitas el bañador. Da mucho trabajo ir limpiando una a una las neuronas con una goma de borrar (a ser posible de nata) pero merece la pena. Si no me creéis probadlo.

Las vuelves a meter con cuidado y enroscas.

Ya está.

Si se me ha escapado alguna tilde tened en cuenta que he escrito esto con las neuronas del lenguaje en la lavadora.

Creo que he vuelto. Creo.

Publicado en a2manos el 22 de ene 2007

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...