Nieva en Madrid.
Caen los copos blandos, livianos como pacíficos paracaidistas.
Pienso en el nevar con nostalgia. A cámara lenta.
La nieve profunda en la montaña en la que me echaba de bruces cuando niño, asombrado por su suavidad.
Y luego la nieve en una bola, dura y con mala leche. O la nieve helada del glaciar. O el alud que mata. O en el desierto nevado, inhóspito de los Polos.
Pienso en como se puede trocar lo dulce en hielo duro. Impenetrable. O en dolor.
Nieva en Madrid, mientras, yo recuerdo aquella frase que decía que mi fuerza emanaba de mi capacidad para la ternura.
O algo así.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...

-
Ayer fue miércoles toda la mañana: por la tarde cambió, se puso casi lunes, (...) Ángel González (Lo mandó Lomix . Gracias)
-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Hace un tiempo que me preocupa una duda: ¿estáis ahí? Supongo que sí: el contador sigue creciendo pero... hay muy pocos comentarios. No es q...
Cae la nieve... (que diría Adamo), y esta tarde SI viniste. ¡Qué suerte para nosotros!
ResponderEliminarPero no quiso dejarnos su blanco manto, ni tan siquiera prestado por unas horas, para iluminar y cubrir nuestros pensamientos grisáceos. ¡Otra vez será!
ALL.
No fue un sueño:
ResponderEliminarlo vi.
La nieve ardía.
A.G.