Domingo por la noche de una semana sin domingo.
Sin domingo y sin sábado.
Me vierto en la cama con el propósito de disolverme en ella,
de ser cama durante unas cuantas horas.
El último pensamiento es una conclusión terrible:
tengo 35 años y soy cariciohólico.
Publicado en a2manos el 06,06,2005 bajo el título Domingo con un éxito inusitado de comentarios.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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ResponderEliminarSí, mejor eso segundo: el mundo iría mucho mejor de lo que va.