Sólo hay dos tipos de personas: los que piden y los que dan.
Los generosos y los rácanos.
Hablo de caricias, sonrisas, saludos, palabras, tiempo, canciones, dibujos y también, también hablo de cosas materiales como la propia casa, la comida, el balón o el cortacésped.
En otro sitio los llaman acreedores y deudores.
Son dos actitudes ante la vida opuestas. Algunos son acreedores puros, otros son deudores puros y la mayoría... tenemos momentos. Podemos desempeñar un rol u otro en función del momento. Por ejemplo: a los hijos les damos, y a los padres, casi siempre, les pedimos.
Cuando ves su nombre en la pantalla del móvil, si te apetece cogerlo, esa persona es de los que dan. Si no te apetece tanto, probablemente es de los que piden.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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