lunes, 25 de mayo de 2009

Pipas

Quedaron para dar un paseo. Charlaron y comieron pipas. Qué tarde tan agradable.

Unos días después volvieron a quedar. Charlaron, pasearon y comieron pipas. Y fueron al cine. ¿Te apetece un cartucho de palomitas? No, demasiada sal. A la salida se despidieron y cada uno a su casa. Agradable.

El jueves pasado también quedaron para dar un paseo. Charlaron y comieron pipas. Una tarde deliciosa. En vez de ir al cine, ella propuso tomar una horchata. Hasta mañana.

El fin de semana comieron pipas, pasearon, tomaron horchata y charlaron. Es que en fin de semana hay tiempo para todo.

Seis meses después habían deglutido unos doce kilos de pipas, ciento cincuenta horchatas y la cartelera no tenía secretos para ellos.

De repente una tarde y sin previo aviso ella estalló: Roberto, no lo soporto más. Antes me gustaban. Pero es que van a salirme las pipas por las orejas. Odio las pipas, odio la horchata y estoy empezando a odiar el cine. Estoy harta de pasear contigo como si fuéramos un seminarista de Cuenca y su prima autista ¡¡Por Dios, méteme mano!! ¡¡Por lo que más quieras!! Haz algo, que no aguanto más.

Él la miró como se mira a alguien que acaba de saltar una valla prohibida, alguien que acaba de robar en una tienda delante de ti, como mira el policía al convicto, como si ella estuviera equivocada.

No supo qué decir. No dijo nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por comentar!

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...