sábado, 25 de julio de 2009

Brindis


Estábamos cenando en un bistrot de Marsella, y alzamos las copas para brindar.

Pero nos quedamos parados, de repente no sabíamos si celebrar el antes, invocar el después o complacernos con el durante.

Le preguntamos al vino, un espumoso blanco rigurosamente frío, y él nos contestó que lo único que importa es el ahora. Así que no dijimos nada, chocamos nuestras sonrisas y sonó el consabido cling.

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