Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
lunes, 11 de enero de 2010
Encuentro
Las aceras están llenas. Las calles están llenas. Nadie permanece quieto. Me siento bien en este río de almas. Madrid.
Yo invento historias. Por eso me siento bien aquí. Porque, sólo en el tramo desde Red de San Luis a Plaza de España, hay miles de historias. Una por cada persona con la que me cruzo y algunas más. Estoy feliz como un pirómano en una fábrica de mecheros.
Miro las caras. Pero es muy raro que se crucen las miradas. Eso es lo mejor. Porque me da mucho pudor hablar con desconocidos. Yo hablo conmigo mismo, con eso tengo.
Busco, y, a veces, encuentro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...
-
Siempre he estado a disgusto conmigo mismo, lo suficiente como para no dejar de rascarme. Siempre he estado a gusto conmigo mismo, lo sufi...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!