lunes, 11 de enero de 2010

Palabras

"Los placeres son más beneficiosos que las obligaciones porque, como la misericordia, no son forzosos, y así, están doblemente bendecidos"

"No hay deber que infravaloremos más que el deber de ser felices. Siendo felices vamos sembrando por el mundo anónimos beneficios que nos son desconocidos incluso a nosotros mismos y que, cuando eclosionan, a nadie sorprenden más que al benefactor"

Lo encuentro en un breve ensayo de R. L. Stevenson titulado En defensa de los ociosos.

1 comentario:

  1. Qué curioso, hace unós días leí este ensayo y me acordé de la mano que ahora lo recata.
    A mi esto de convertir el ser feliz en otra obligación, me da un poco de pereza

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