Mola que llueva.
Cambian los olores, cambian los colores, la temperatura, las formas, la luz...
Y las gotas son bolas de cristal para mirar al futuro.
Aunque el porvenir no siempre se deje descifrar,
resulta nuevo y excitante a través de esas gotitas.
A mi me mola también que llueva, en todas sus modalidades, chirimiri, torrencial, diluvio, triluvio, suave, de pequeñas gotas, grandes goterones, que nieve, la niebla y el granizo. Todos los fenómenos meteorológicos me molan.
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