Yo no sabía lo que estaba pasando y ella tampoco.
Y no nos importaba no saberlo.
Las razones pueden poco cuando aúlla el corazón.
¿De qué sirven las razones cuando el corazón calla?
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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A mí tampoco me importaba no saber.
ResponderEliminarYo me conformaba con que mi corazón siguiera aullando. Por supuesto, sin razones.
Parece mentira, que compartiendo tantas letritas,
ResponderEliminarrazón y corazón tengan tan poco en común.
No se llora ni se ríe razonablemente.
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