Me esforcé por escuchar mis propios latidos. Durante un par de horas. Y nada.
Sentado en la arena, desnudo, mirando al mar. Las olas montando de nata mis pies, lamiéndolos después. El sol clavándome uno a uno sus rayos, haciéndome un dulcísimo vudú. ¿Late?
Pasó otro rato. Y nada.
Me intenté notar el vaho y tampoco. ¿Las pupilas? No puede uno verse las pupilas sin un espejo, y yo no lo tenía. Así que me di por muerto y me alejé de allí muy tranquilo: ya no había nada que hacer. Qué alivio.
Cuando estaba llegando al aparcamiento me volví, a despedirme de mi mismo, de mis restos. Y entonces me vi fundirme con la arena, con el agua salada, con sus natas montadas... me vi ser parte de esa brisa densa que alimenta a los pescadores -y a algunos poetas. Me vi ser rayo de sol.
Ha merecido la pena venir hasta tan lejos.
Ha merecido la pena morir para estar ahora vivo.
Con la marca en la espalda del sol,
la boca salada de mares,
y miles de puntitos de color rosa grabados
en la piel del culo.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mudanza
Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...
-
Hace frío. Pero el cielo está naranja , como a ella le gusta. Baja la bolsa de basura antes de que pase el camión. Cierra el cubo gris . Mir...
-
consternación de sobras, dolor en abundancia días inquietos y noches insomnes siempre peleando con todo tu corazón y tu alma para no fracasa...
-
" Un actor tiene que establecer una triple relación: con él mismo, con su compañero y con el público " Lo dice Peter Brook . Lo cu...
Por fín
ResponderEliminar