Nos despertamos cuando quiso el sol.
Los 2 a la vez.
Nos miramos muy cerca porque habíamos aterrizado en esa postura.
Nos miramos largamente, para aclararnos la voz.
Había algo de ternura, mucho de sueño y unas gotitas de algo que con menos experiencia habríamos confundido con dicha. Quizá su sueter manchado de vino. No podría asegurarlo. Porque no lo vi, sólo lo olí.
Entornó los ojos con malicia, moviendo sólo los músculos precisos, y me dijo:
.....-Pero, a ver, con lo que a mí me gustan los bomberos. ¿Por qué acabo liándome siempre con pirómanos?
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...
-
Ayer fue miércoles toda la mañana: por la tarde cambió, se puso casi lunes, (...) Ángel González (Lo mandó Lomix . Gracias)
-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Hace un tiempo que me preocupa una duda: ¿estáis ahí? Supongo que sí: el contador sigue creciendo pero... hay muy pocos comentarios. No es q...
"... y unas gotitas de algo que con menos experiencia habríamos con dicha".
ResponderEliminar¿Eso es propio de bomberos, de pirómanos, o de aquellos que escriben con ganas de arriesgar?
¿Tiene algo de contradicción ser la visitante nosecuantas mil 69?
ResponderEliminarYa lo he arreglado, srta rae. Rogamos disculpen las molestias que esta omisión haya podido ocasionarles. :)
ResponderEliminarEsa tal contradicción es una de mis mejores amigas ...;-)
ResponderEliminarTras un pirómano, siempre suele venir un bombero. Es cuestión de esperar.
ResponderEliminarHay bomberos, que queman
ResponderEliminary pirómanos que apagan.