Me vais a perdonar que me ponga filosófico y existencial.
He vuelto, y mis plantas habían sobrevivido. Nadie puede robarme mis sueños.
Todos los noticiarios del mundo no son capaces de arrebartarle una milésima de su belleza a una margarita rara que ha nacido en mi jardín.
La miro como un idiota. Sí, qué pasa.
¿Por qué entonces la prisa, el vértigo? No lo sé. No tengo ni idea. Que se nos va la olla, supongo.
Miro a través de la ventana y en vez de una ciudad durmiente veo un campo verde. Un árbol en el centro a punto de brotar. Pían pájaros sin que yo me sepa sus nombres.
Y no me falta de ná.
Sólo por hoy, por esta noche, váis a permitirme que me ponga filosófico y existencial.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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No es noticia.Filosófico y existencial eres todos los días, al menos, eso brota de tus dedos al ordenador y a veces se te va la mano, pero hoy no.Hoy has sido providencialmente comedido...casi un romántico pudoroso.Hace bien alejarse de vez en cuando, los apegos no son buenos, además, al regresar todo se ve distinto, con un cristal más rosa o azul (solo por cuestión de géneros)y constatar a la vuelta que siguen ahí los afectos,íntegros,inflamados,leales como el de la Margarita reencarnada,o el concierto gratuito y anónimo de esas avecillas y las notas como por debajo de la puerta de los amigos que reafirman su adhesión,su nostalgia de tí y de tu acostumbrada palabra.
ResponderEliminarTe eché de menos.
DCleger
Santiago de Chile, en una noche demasiado hermosa para dormirla.
Me sorprende que no te falta de na
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