Vuelvo de una cena con amigos.
Si hubiera sido en una mansión quizá habría aprovechado para mangar un candelabro de plata.
O algo.
Pero no. No había candelabros de plata.
Me he traído un par de recomendaciones de libros.
El sabor del melocotón relleno de espuma de frutos del mar tocada con lágrima de frambuesa
Y un haiku de Benedetti:
Sos tan sincera, lo que pienses de mí no me lo digas.
P.D.: Sabía que se me olvidaba un verbo en el post anterior: reír ¿se te ocurre alguno más?
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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Yo añadiría uno que me gusta: desear. Aunque con 'reír' me sobran todos los demás...
ResponderEliminarY por cierto, hay risa más allá de la infancia. Te lo juro.
(Yo les habría robado un secreto)
¿escribir?
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