La mitad de la literatuura que me meto al cuerpo es de temas relacionados con la mente. Y, no nos engañemos, los libros sobre la mente no son precisamente catálogos de sus prodigios. Están llenos de desviaciones y enfermedades.
Como soy un tipo reflexivo que lee muchos libros sobre la mente no puedo dejar de preguntarme ¿por qué? Qué me lleva a mí a meterme en esos berenjenales.
Pues porque yo me noto algo raro. Y me lo he notado siempre, no se crean. Y me busco como un poseso entre esas páginas, entre los síndromes de Tourette, las psicosis, las neurosis, las fobias... pero lo peor no es que me busque.
Lo peor es que me encuentro.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
domingo, 27 de julio de 2008
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