Yo tenía tres o cuatro posts bien sabrosos.
Y cuando he ido hoy a sacarlos de la nevera habían caducado.
Tenían moho. Se habian estropeado. Juraría que no hacía tantos días que los había cocinado. El caso es que ya no servían. Es la primera vez que me pasa.
Es una faena que se hayan echado a perder. Pero, a decir verdad, sé que vendrán otros. Por ejemplo éste. Y en ellos pondré flores nuevas, nuevas brisas, notas nuevas, nuevas canciones, olores nuevos y nuevos colores.
Pondré lo que se ve desde la ventana de mi habitación. Que siempre es lo mismo y es siempre distinto.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
martes, 16 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...

-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Entraba dispuesto a contar cómo una breve llamada de teléfono es suficiente para devolverte a la realidad, cómo el primer ring es, ciertame...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!