Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...
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Siempre he estado a disgusto conmigo mismo, lo suficiente como para no dejar de rascarme. Siempre he estado a gusto conmigo mismo, lo sufi...
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Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
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Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
Sábado. 15:30. Ikea SS.
ResponderEliminarDesilusión. No llevabas gorro.
Pista. Un cabo marinero en mi muñeca.
Anexa: mi mano pianista.
Quise acercarme y dártela, pero un señor con un carro mucho más lleno que el tuyo se interpuso. Además, me di cuenta de que la necesitaba para seguir tocando mi Baldwin.
Por qué no seré más temeraria...
1. Es muy probable que fuera yo ¿iba solo?
ResponderEliminar2. A no ser que intentaras colarte no sería temeridad
1. Ibas acompañado de un apuesto caballero también sin gorro pero con pelo, una bella y morena señorita de sonrisa luminosa, y un carrito-transportador-de-objetos suecos. Si te hacen falta más datos, puedo describir tu bolso-bandolera.
ResponderEliminar2. Yo nunca intento colarme sin permiso. Pero lo tendré en cuenta.
...
El apuesto caballero era un viejo conocido tuyo, mira tú por dónde. Pensando que tenías delante al 50 por ciento tenías en realidad al 100%.
ResponderEliminar¿Te conozco? ¿Cómo has sabido que yo era la mano...? No hay fotos en este blog lo bastante descriptivas...
Mejor que por comentario, contesa por correo. Please.