miércoles, 30 de septiembre de 2009

Flores

Las margaritas tienen una belleza cotidiana, son gente sencilla, se quedan.

Las rosas encandilan con su exuberancia, pero enseguida se van.

Ya sé que no debería contar mis intimidades, a veces se me escapa.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Ya está

No me quiere.

La margarita dijo: "no - te - quie - re".

Lo dijeron también el sol, la luna y sus ojos.

Su boca lo ha dicho tantas veces, de tantas maneras...

No me quiere.

Mira que me cuesta aceptarlo.

Mi ego y sus accesorios se resisten.

Inercias.

Heridas
mal curadas.

No me quiere.

Ya está.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Mi ombligo

Esta mañana, como todos los días, he entrado en el baño a darme una ducha y al quitarme la camiseta me he visto en el espejo, y mi ombligo me ha dicho:

--No me mires más que me tienes harto. Yo no tengo la solución, sólo soy un ombligo. Búscate la vida, tronco --mi ombligo habla muy macarra.

Continua.

--Sí, la mayoría de tus verdades son mentira, qué le vamos a hacer. Estás convencido de que sabes lo que te conviene y no tienes ni idea, ¡ni idea! Dejas de lado a las personas importantes y rindes pleitesía a cuatro memos/as. Harías bien en levantar la vista, echarla hacia el horizonte, dejarte de gilipolleces y reinventarte un poco, que tu discurso ya huele. Está cantado que tienes miedo. Miedo, miedo y miedo. Y lo peor es que no sabes a qué, o tienes miedo a tantas cosas que no sabes por dónde empezar. Pero sobre todo, déjame en paz, deja de mirarme todo el rato, me tienes harto, yo sólo soy un ombligo, y quiero vivir mi vida tranquilo. Paso de ti.

Escuchar esto, tan de mañana, dicho así... tan a saco, me ha tocado.

Touché*.

Son muchos años dándole voz y voto a la cabeza y al corazón y va a resultar que quien está al tanto es el ombligo. Fastidia pero, si tiene razón, tiene razón, y hay que reconocérsela.

(*) Por favor léase "tushé", que es francés.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Acertar siempre

Hay gente que cuando recibe un regalo, el primer sentimiento que tiene es que está en deuda.

Otros piensan, en seguida, qué le regalaré yo a él.
Otros intentan, automáticamente, calcular cuánto le costó.
Otros, inconscientemente, por qué me habrá regalado esto.

Otros, simplemente, disfrutan y dicen gracias.

La gente que se azora al recibir un regalo suele azorarse también al regalar.

Y piensan, cómo va a interpretar este regalo.
Y calculan de antemano cuánto se van a gastar.
Algunos regalan teniendo como referencia el último regalo que esa persona le hizo.

Esas personas dicen cosas como:
"A mí no me gusta regalar" o
"Soy muy malo eligiendo regalos" o
"Eso de regalar es una tontería, en mi familia nos preguntamos qué quieres y así acertamos siempre"

lunes, 21 de septiembre de 2009

Onanismo razonable

Me cuenta una amiga.

"El sexo de no pagar sale carísimo. No me extraña que hombres y mujeres recurran al de pago. Yo, después de un par de facturas emocionales desorbitadas (no me llega, ¿puedo fregar platos?) he alzado la vista a Dios (protestando), luego la he dirigido a mi interior (con esperanza) y me he entregado a una etapa de onanismo. El onanismo está lleno de ventajas y tiene una relación calidad/precio inmejorable. En teoría es ilimitado... A tu mano, por razones evidentes, nunca le duele la cabeza. El único peligro es que se te puede ir la mano (literal) y caer en un exceso. Pero, yo, como ya he dejado atrás los 50, he optado por un onanismo razonable."

sábado, 19 de septiembre de 2009

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

M. Benedetti

viernes, 18 de septiembre de 2009

El Regalo

Este año el leit motiv de la Noche en Blanco de Madrid es el regalo.

Alguien podría pensar que el tema central de un evento cultural de esta magnitud presupuestaria se elige en un cónclave de sesudos asesores, consultores y expertos en cultura. No. Se hace al tuntún. Llegado el caso puede justificarse con folios y folios de argumentaciones pero el motivo en sí, se elige al tuntún. O como resultado de un brain storm, que es un al tuntún colectivo.

De todas formas a mí me parece muy artístico y muy creativo que se elija al tuntún.

Lo apruebo.

Cómo eligió Picasso la colocación de las señoritas de Avignon: al tuntún.

Otro ejemplo: Capilla Sixtina, 1484. Se oye decir: maestro, a ese del dedo que no sé cómo se llama. Sí, el que se lo está enseñando a Dios como si tuviera un moco pegado, lo ponemos de pie o sentado. Y dice Miguel Angel, rascándose la barbilla, mmmmmmmmmmmm, sentado. Al tuntún.

¿Escribió acaso Miguel Angel un tratado de por qué lo puso sentado? No, claro que no. ¡Si ni siquiera explicó que significaba ese ofrecerle un moco a Dios!

Los artistas son inexcrutables y los gestores culturales intentan serlo con todas sus fuerzas, los pobres. Pero sus jefes, que son políticos, y que como buenos políticos toman las decisiones al tuntún (los malos políticos las toman por razones espurias, que es peor) han hecho casi todos carreras de letras y por eso les gusta mucho obligar a sus subordinados a redactar, y redactar, y a justificarse.

Que yo sea escéptico, y que tenga días de escepticismo radical, no me convierte en desagradecido, y por eso esta Noche en Blanco me parece un bonito regalo.

Gracias

Imagen tomada prestada de elmundo.es que la ha tomado prestada de otro sitio.

Escribiendo en la cama

Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...