Después de cenar y disfrutar de la emoción de las uvas y de brindar voy a una fiesta en el centro de Madrid, es en casa de M.
F. está bailando con otra chica, me la presenta con un breve "lee tu blog".
Me azoro, es como si fuera desnudo.
No puedo evitar pensar que esa chica sabe mucho de mí mientras yo: ¡nada de ella!.
Sigue F.: "Aunque todavía no consigue distinguir qué mano escribe cada cosa".
Me tranquilizo por una razón, obvia para mí, que no pienso revelar aquí.
Pero no me tranquilizo mucho, en realidad paso de estar en cueros a recoger del suelo los calzoncillos y ponérmelos.
"Que no, hombre, que no se puede saber nada de uno a partir de lo que escribe" esto me dice mi alter ego (uno de ellos) mientras me tiende la camisa y los pantalones "Anda, póntelo, que estás dando el cante".
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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ResponderEliminarPues estoy segura de que P. sabe perfectamente de quien es éste.
ResponderEliminarF.
claro, este es fácil. :-)
ResponderEliminarDos Manos sigue sin saber poner las tildes:"éste es fácil".BeSo.
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