Vives solo, tienes una vida desordenada. Entras, sales. Cuando dices hola o adiós es porque te has cruzado contigo en el espejo o te has reflejado en la pila de acero inoxidable. No das explicaciones a nadie. Puedes pasarte días, semanas, sin coger el teléfono, sin responder ese mensaje. Todos saben cómo eres. Te dejan hacer. ¿Por qué? Porque siempre estás ahí.
¿Qué ocurriría si un día desaparecieras de verdad? ¿Cuánto tardarían en darse cuenta de que ya no estás?
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...

-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Entraba dispuesto a contar cómo una breve llamada de teléfono es suficiente para devolverte a la realidad, cómo el primer ring es, ciertame...
Tiene razón la cigarra. Entonces la pregunta es:
ResponderEliminar¿Qué ocurriría si un día los demás desaparecen de verdad? ¿Cuánto tardarías en darte cuenta de que ya no están?