Estamos las dos manos en Londres.
Hace sol con velos.
Es que aquí el sol es muy discreto, muy pudoroso.
Vamos a dar un paseo a Hyde Park.
Por más que Martín Gaite la ubicara en Manhatan. Yo si fuera Caperucita lo tendría claro: Hyde Park.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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Me encantan las tumbonas de Hyde Park, los días de sol son allí una delícia.
ResponderEliminarLas tumbonas las han quitado ya. Hay patos instead.
ResponderEliminar¿te llevo uno?
En Hyde Park es probable que se encontrara con alguien peor que el Lobo Feroz...alguien que no quiere crecer nunca jamás... y si no que se lo pregunten a la pobre Campanilla.
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