La vida está plagada de momentos estupendos que exprimir. Situaciones que disfrutar. Desde ese árbol a la puerta de tu casa en el que ya no reparas, a un cielo, a una canción. Casi todos son gratis. Absolutamente gratis.
Miro hacia atrás y los momentos más deliciosos han sido una compañía (a palabras o a silencios). O un mirar. Mirar como quien bebe. Mirar en plan tómame y haz de mi lo que quieras. Mirar de por favor por favor que se me quede grabado y me dure siempre.
Debería estar prohibido no emocionarse. Debería ser delito la indiferencia. Habría que rehabilitar a los muermos, a los que ya están de vuelta, a los que lo saben todo...
A la música, que nos emociona cuando tenemos 14, solemos cerrarle la puerta de mayores. Las canciones ya no nos evocan aquel momento. Las privamos de la capacidad de transportar recuerdos, de exaltarnos, de soltarnos la risa, la lágrima o la ternura. Por decreto. La oímos como quien oye llover. Fregando o trabajando. Indicio de que algo no nos funciona bien. De esto hablábamos cenando, tranquilamente.
Casi todos los buenos momentos son gratis.
Sólo hay que tener el talento, la inocencia o el valor. E ir a por ellos.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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instantes...
ResponderEliminarUna vez vi llegar un momento,
ResponderEliminarse acercó a mí y se quedó.
Desde entonces ha sido inseparable, me recuerda muchas cosas. Pero no estamos solos, conmigo está él y un montón de momentos más.
Se lleva bien con casi todos.
Y ahí estamos, conversando de nuestras cosas y esperando a los que faltan.
Cada día somos más.
Pues yo anoche atrapé un momento de ternura y cariño que me acompañará toda la vida. Tuvimos el arrojo, el talento y la inocencia.
ResponderEliminarNo ha sido gratis, ha costado su tiempo, su energía y sufrimiento llegar a él, pero eso también hará que se nos quede siempre en el recuerdo.
Agarremos los momentos, disfrutemos los que la vida nos traé y provoquemos alguno. ¿no creéis?
A mi, desde hace un mes, se me han vuelto todos los momentos desde los 15 años y, resulta que, la mayoría, eran nuestros, de los dos, y yo sin enterarme...
ResponderEliminarPor eso, ahora, yo también digo...¡por favor, por favor, que se me queden gravados y me duren siempre!...y que haya muchos más...nuevos...juntos