No voy a ser nunca el gentleman inglés que habla del tiempo.
Lo siento.
Y cada vez que te encuentre te veré desnuda, tumbada encima de mí, con el pelo revuelto.
Lo siento.
Me gusta tu risa loca, tu llanto callado, tu pudor, tu secreto, el calor de tu boca.
Lo siento.
Me gusta que llegues sin maquillaje y digas que me has echado de menos.
Lo siento.
No, no lo siento.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
miércoles, 13 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...
-
Siempre he estado a disgusto conmigo mismo, lo suficiente como para no dejar de rascarme. Siempre he estado a gusto conmigo mismo, lo sufi...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!