
Si algún día Venecia está en peligro de hundirse,
que llamen.
Y, si hace falta,
nos bebemos ese mar o laguna o loquesea que la amenaza.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...
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