martes, 31 de marzo de 2009

Margaritas amarillas

Viene a cenar a mi casa. Trae unas margaritas amarillas. Son mis flores favoritas. Yo no sabía que ella lo sabía, pero su sonrisa al dármelas la delata.

Es de las que se fija en todos los detalles. Es de las que nunca falla una estocada, ni un beso. Mientras sube la escalera delante de mí le miro el culo. Sí, qué pasa.

Un hombre con un ramo de margaritas amarillas en la mano mirando el culo de una mujer que va delante de él puede resultar bastante ridículo. Menos mal que no me ve nadie.

He preparado una cena exquisita seleccionando lo más fresco del iPod. Y más o menos a los tres cuartos de la botella se le suelta la lengua, se le aflojan los párpados, y me dice: uf, a este paso... como que no estoy para conducir.

-No puedo escatimarle mi hospitalidad a una dama que me obsequia con flores tan hermosas.

Podría haber dicho algo así, porque lo he leído en sitios muy elegantes, y lo he apuntado luego en una libreta que llevo siempre encima a tal efecto, pero me sale sólo un "vale".

Tengo una cama con unas vistas estupendas. Pero le preparo la habitación de invitados.

En el beso de buenas noches lleva una camiseta mía que le está bastante grande, y deja caer otra vez esa sonrisa, la sonrisa de mala. la sonrisa certera. En ella destila la esencia de todas las mujeres que he conocido en mi vida, la esencia de la mujer misma.

Quizá esa esencia habite en las margaritas amarillas.

lunes, 30 de marzo de 2009

Veneno

A lo largo de mi vida he querido.

Eso ha estado bien.

Otras veces me han querido a mí.

Eso ha estado bien.

Pero cuando por una semana, un mes o un año ha coincidido, eso ha sido magnífico.

Lo más.

¿Cómo no voy a buscarlo?

¿Cómo no voy a echarlo de menos?

Veneno
.

sábado, 28 de marzo de 2009

Mi amiga

Me escribe una amiga un email contándome sus desavenencias con la vida en general y con un tipo llamado Dull en particular.

Como ella es nudista y pudores tiene los justos la contesto por aquí. He repasado y no encuentro nada que la identifique o la delate. Vamos, que lo mismo vale para ti, para ese o para mí.

"Qué cabal eres, y qué buena persona.

Y no lo digo por decir.

Parafraseando a la cajera de Caprabo: La vida son fases (¡qué puntería, si Nietzsche levantara la cabeza!).

Yo añado: hay que pasarlas. Las fases.

Hay que dejar al tiempo hacer su trabajo sin agobiarlo, sin meterle prisa. Pero no hay que perder ni un minuto en historias que no van a ningún lado. ¿Cómo se sabe si una historia va a algún lado o no? Pues ni siquiera la cajera de Caprabo lo sabe. Me temo que no hay más remedio que jugársela.

(Me pide mi amiga algún contacto para sustituir al tal Dull)

No está el mercado para tirar cohetes, también te lo digo. La crisis está poniendo muy seta a la peña. Yo ando a estas horas escéptico -será por el cansancio del día o por la astenia primaveral- e incluso con la confianza en el género humano un poco baja. La pareja como institución cotiza peor que el IBEX35, Y después de un lunes gris en todos sus matices Rajoy en prime time no dice otra cosa que panconpan. Vaya, sólo se me viene a la garganta un carpe diem que suena casi a sálvese quien pueda.

Que te quiero."

jueves, 26 de marzo de 2009

Carta de despedida

"Desde el primer momento supe que te largarías, que un día harías las maletas y mutis por el foro. Lo supe por cómo eras tú. lo supe por cómo era yo. Lo supe por el tipo de reacción química que desencadenaban nuestras pieles al contacto.

Era una certeza.

Una certeza como que ahora es de día. Te irías porque eres de huir, de caminar, de pasar, como los ríos, no porque algo fallara, no porque yo hubiera hecho algo mal, ni por mala leche, ni por desamor.


Lo malo es que no sabía la fecha. A tanto no llego.

He esperado un rato, incluso más de lo prudente. Ya. Me he puesto esta semana a encontrar un puñado de razones que me ayuden a dejarte yo. Me lo he propuesto y te he encontrado unos cuantos fallos. Leves, es verdad. Los he agrandado con la lupa y se han convertido en fallos graves. He empañado también las cosas que más me gustaban de ti, funcionan muy bien los vahos de la memoria. He llamado a Ariadna y he quedado para tomar café. Le he contado que no me convienes y me ha dado toda la razón. Sin fisuras. Lo ha hecho con la misma inmediatez que cuando te alabé se hizo fan tuya: eso sí es una amiga.

Quizá pienses que es demasiado pronto, que es tan hermoso lo que tenemos... pero si espero será demasiado tarde. No me lo puedo permitir. Lo aprendí en las mesas de póker: es mejor perder mucho que perderlo todo.

Te quiero tanto.

Adiós."

viernes, 20 de marzo de 2009

Dentro


Me alegra el corazón acompañarte, ser algo tuyo. Aunque no sepa qué.
Aunque no consiga ponerle nombre.

Hago un esfuerzo.

A ver, a ver...

Ya.

Creo que ni amigos ni amantes.

Creo que podríamos ser cielo. Sí, cielo.
Eso es; cielo.
Dos láminas de cielo.
Contiguas a veces, a veces superpuestas.

O podríamos ser también...
barra de pan tierno. Sí, barra de pan tierno,
con algo sabroso dentro.

Es por ser cielo y estar cerca
que compartimos las nubes y los soles,
siempre con el permiso del viento,
por supuesto.

Es por lo nutritivo,
por lo gustoso, por lo mullido
y por lo entrañable
y por lo casero,
por lo que creo que somos barra de pan tierno,
Dos trozos
con algo sabroso dentro.

jueves, 19 de marzo de 2009

miércoles, 18 de marzo de 2009

Donde habitan las palabras

A veces las palabras no salen. Tienes cosas que decir. Y tienes ganas, muchas ganas. Pero no salen. No sé en que punto del recorrido se atascan. Y me gustaría saberlo.

Las palabras viven en un saco dentro del cuerpo. Lo que viene siendo un típico saco de palabras, quién no lo conoce. Ese saco está situado detrás del corazón. Equidista de las tripas y la cabeza. Justo ahí. Y de ahí tienen que llegar a la boca o llegar a las manos. El recorrido no es fácil. Pero no tienen otra manera de salir del cuerpo. No pueden salir por los pies, ni por las orejas. Ni por los ojos. Uf, los ojos. Los ojos, casi siempre entorpecen, porque los ojos son muy suyos y quieren organizarlo todo, son de natural marimandones, fisgones...

Otro problema es que hay palabras pequeñas y grandes. Las pequeñas (como "buenos días", "nice day, isn´t it?" o "Por favor, hazme unas fotocopias") salen sin problemas, pero las grandes (del tipo "tengo miedo", "estoy enamorada" o "Lo siento, de verdad") es muy difícil que salgan. Por el tamaño, no es por otra cosa, se enganchan con las venas, las arterias, los tendones y tal, y no hay manera.

Estaba el otro día J. desayunando con P. y le dijo: Me gustas. Y P. contestó: uy, uy, ¿me alcanzas la mantequilla"

sábado, 14 de marzo de 2009

Frase

"Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los dias."
H. de Balzac

viernes, 13 de marzo de 2009

Aquí

Se está bien aquí, dijo.

Y aquí era un viejo banco de madera, aquí era un atardecer de marzo, aquí era meter los brazos por las mangas de mi abrigo, aquí era una cocacola con los hielos derretidos, aquí eran los requiebros de unas ramas contra el cielo, aquí era un punto concreto de la conversación, aquí era el toctoc de un corazón grande, aquí era después de las lágrimas, aquí era antes del deseo, aquí era la brisa de un aliento, aquí era lo orondo de la luna, aquí era un manojito de besos, aquí era Madrid, aquí era una camisa blanca cubriendo una piel morena. Y un corte de pelo. Aquí era un estamos vivos.

Sí, se está bien aquí, pensé

miércoles, 11 de marzo de 2009

El pastel

El pastel está ahí delante.

Y tú puedes coger la cuchara y entrarle, o pensar.

Porque quizá una parte esté más rica que otra, quizá no sea conveniente tomarlo a estas horas. El azúcar engorda, ya se sabe, puedo guardarlo para mañana, seguro que mañana también me apetece. Y si no me apetece mañana probablemente no me convenga, ni hoy ni mañana. Algo me hace sospechar de este pastel tan rico, tan apetecible, tan para sólo. ¿Y si tiene truco? Si, probablemente esconde alguna trampa, algún pero. No se encuentra uno un pastel así como así, tiene algún defecto, seguro. O lo han puesto para probarme. ¿Soy yo de esa clase de persona que cae a la tentación de un pastel? Bueno, creo que sí, pero puedo también resistirme. Pero ¿me gusta el pastel? En realidad no es mi pastel favorito, mi pastel favorito es la tarta selva negra. Ese sí que está bueno, mucho mejor que éste. Pero es más caro. ¿Y si alguien me está mirando? Bueno, cogere un trozo. No, no lo cojo. Sí, me lo como entero. No, mejor lo dejo.

(Dos días después)

En realidad tampoco me apetece tanto. O sí. No lo sé. De todas formas la nata se ha aplastado un poco, el bizcocho se ha quedado seco... ya no está tan apetecible.

Vaya, seguro que estaba más rico cuando lo encontré.

martes, 10 de marzo de 2009

A veces

Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba.

A. González

miércoles, 4 de marzo de 2009

Espejo

Sí, la tortilla de patata me sale bien. Me sé unas cuantas canciones al piano y a la guitarra. Escribo -con más tesón que talento- un blog desde hace años. Dirijo mi micropyme con el sudor de mi frente y con eso saco para pagar la casa, la gasolina y algunas cosas perfectamente prescindibles. Justo la mitad de los días del año intento cumplir la primera obligación de un padre: contagiar al retoño el menor número posible de traumas propios. Voy a la piscina y a la pista de tenis tanto como puedo para que mi corazón aguante muchos años (al fin y al cabo esto que llaman vida me resulta muy entretenido) y por la cosa de las endorfinas. Intento estar cuando mis amigos llaman, incluso acudir si lo solicitan. No me gusta mucho el queso. Por alguna razón transmito fortaleza y determinación. Pero no. Tú espejito lo sabes. La capa de supermán es postiza. El tirabuzón engominado de la frente también. No soy tan fuerte como parezco.

domingo, 1 de marzo de 2009

Diálogo

-¿Tú me quieres o sólo te hago gracia? -dijo él.
-Me haces tanta gracia que llego a pensar que te quiero.

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...