"Desde el primer momento supe que te largarías, que un día harías las maletas y mutis por el foro. Lo supe por cómo eras tú. lo supe por cómo era yo. Lo supe por el tipo de reacción química que desencadenaban nuestras pieles al contacto.
Era una certeza.
Una certeza como que ahora es de día. Te irías porque eres de huir, de caminar, de pasar, como los ríos, no porque algo fallara, no porque yo hubiera hecho algo mal, ni por mala leche, ni por desamor.
Lo malo es que no sabía la fecha. A tanto no llego.
He esperado un rato, incluso más de lo prudente. Ya. Me he puesto esta semana a encontrar un puñado de razones que me ayuden a dejarte yo. Me lo he propuesto y te he encontrado unos cuantos fallos. Leves, es verdad. Los he agrandado con la lupa y se han convertido en fallos graves. He empañado también las cosas que más me gustaban de ti, funcionan muy bien los vahos de la memoria. He llamado a Ariadna y he quedado para tomar café. Le he contado que no me convienes y me ha dado toda la razón. Sin fisuras. Lo ha hecho con la misma inmediatez que cuando te alabé se hizo fan tuya: eso sí es una amiga.
Quizá pienses que es demasiado pronto, que es tan hermoso lo que tenemos... pero si espero será demasiado tarde. No me lo puedo permitir. Lo aprendí en las mesas de póker: es mejor perder mucho que perderlo todo.
Te quiero tanto.
Adiós."
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...
-
Siempre he estado a disgusto conmigo mismo, lo suficiente como para no dejar de rascarme. Siempre he estado a gusto conmigo mismo, lo sufi...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
no te presto entonces mi telescopio, no sea que hasta la denuncies y todo.
ResponderEliminar