miércoles, 18 de marzo de 2009

Donde habitan las palabras

A veces las palabras no salen. Tienes cosas que decir. Y tienes ganas, muchas ganas. Pero no salen. No sé en que punto del recorrido se atascan. Y me gustaría saberlo.

Las palabras viven en un saco dentro del cuerpo. Lo que viene siendo un típico saco de palabras, quién no lo conoce. Ese saco está situado detrás del corazón. Equidista de las tripas y la cabeza. Justo ahí. Y de ahí tienen que llegar a la boca o llegar a las manos. El recorrido no es fácil. Pero no tienen otra manera de salir del cuerpo. No pueden salir por los pies, ni por las orejas. Ni por los ojos. Uf, los ojos. Los ojos, casi siempre entorpecen, porque los ojos son muy suyos y quieren organizarlo todo, son de natural marimandones, fisgones...

Otro problema es que hay palabras pequeñas y grandes. Las pequeñas (como "buenos días", "nice day, isn´t it?" o "Por favor, hazme unas fotocopias") salen sin problemas, pero las grandes (del tipo "tengo miedo", "estoy enamorada" o "Lo siento, de verdad") es muy difícil que salgan. Por el tamaño, no es por otra cosa, se enganchan con las venas, las arterias, los tendones y tal, y no hay manera.

Estaba el otro día J. desayunando con P. y le dijo: Me gustas. Y P. contestó: uy, uy, ¿me alcanzas la mantequilla"

1 comentario:

  1. Así que era por el tamaño de las venas. Y yo que creía que era por la cobardía. ¡Uf! qué peso me has quitado de encima. ¿Crees que un buen tratamiento contra el colesterol mejoraría la circulación de las palabras? El Danacol está de oferta en el super, mañana me compro un pack.

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Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...