Es fascinante. Me encierro en una habitación. Tu te quedas fuera. Dentro del cuarto hay un mecanismo muy complejo. Al activarse desprende veneno. Se pone en marcha cuando interactúa con un rayo alfa emitido por una sustancia x que también ha sido colocada en el habitáculo. En una hora, las probabilidades de que el veneno fluya son del 50%. O sea, la sustancia venenosa puede haberse extendido en la misma proporción en que puede no haberlo hecho.
Ha pasado una hora. ¿Estoy vivo o estoy muerto?
Si no abres la puerta, si no lo compruebas, ¿qué puede estar sucediendo en esa habitación? ¿Estoy vivo? ¿Estoy muerto?
Nada de eso: ¡Estoy vivo y muerto a la vez!
Déjame así.
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La estadistica afirma que tendrá un 50% de posibilidades de estar muerto.
ResponderEliminarLo de estar muerto un 50% no tiene que ver con el veneno, sino con tu capacidad de vivir, yo veo todos los días muertos que respiran, y laten. ¿estan realmente muertos? Yo creo que sí.
Lo siento, pero no es así. Es pura física cuántica. Un paradigma clásico de la física cuántica. Si no abres la habitación no hay más respuesta que esta: estoy vivo y muerto al mismo tiempo. ¡Es maravilloso!
ResponderEliminarSi nadie abre la puerta para comprobar si sigues vivo, entonces no estarás ni vivo ni muerto, sino algo mucho peor: desaparecido.
ResponderEliminar¿Desaparecido? No, me has visto entrar. Tengo que estar dentro. No hay manera de salir. Vivo, muerto... Vivo/muerto.
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