Era salvaje y mimosa. Mentirosa y terriblemente sincera. Mientras dormía en mi cama noté que su cuerpo emitía luz, brillaba. Era celeste. A la mañana siguiente intenté retenerla con un cruasán caliente, un café edulcorado con besos y una propuesta de matrimonio en régimen de separación de bienes.
Me miró tiernamente y dijo: "A veces siento que me gustaría ser normal y quedarme a vivir entre tus brazos. Desearía que tus caricias fueran suficientes para mitigar el picor que producen las dudas. Pero me nacieron bajo el influjo de una luna rara. Y es por eso que prefiero ser pulpo que estrella de mar."
No se le pueden poner vallas a la playa.
Hoy no tengo nada que decir (del post). Pero sí tengo que deciros, a2manos, que habéis entrado en mi ritual mañanero: café, cigarrillo, miro el correo, leo vuestro post y luego el periódico. Y mola. Besos.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarNo deberías haberla propuesto matrimonio...
ResponderEliminarTambién habéis entrado en mi ritual mañanero: café, correo, leer vuestro post, etc. Y también me mola.
Y también quiero que me déis las gracias.
También os mando besos.
2manos hoy te has salido.
ResponderEliminarHa merecido esperar, entretenidos con bonitas fotos, para leer este post.
Gracias también.
ResponderEliminar¿Tú crees que se asustó en el momento que vio venir al fondo del pasillo la tan dañina vida conyugal? Y yo que pensaba que era un alma libre.
Dijo Voltaire: " el amor es una enfermedad que se cura con el matrimonio..."
ResponderEliminarmejor compartir la hipocondria...
Vade retro me matrimonium
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