Miro.
Más o menos como tú lo haces.
Y no sé si esta noche soy más parecido
a los árboles negros que extienden sus brazos.
O quizás al verde escaso que tapiza las cunetas.
Apenas unas guarnición, un accesorio.
No sé si apuntan mis caminos hacia algún norte conocido.
No sé si es terriblemente blanco el cielo que me tapa.
Si pudiera elegir, firmaba ahora mismo un otoño tan amable.
Si pudiera elegir, que limpiara el sol todos los vahos de mis cristales.
Sabanas sucias...
ResponderEliminarvan dos en el autobus y uno le dice a otro que es negro:
ResponderEliminarnegro ,negrito pelo rizadito labios grandecitos , siempre mojaditos ...
y el negro le contesta: si es una adivinanza es uno coño , sino me cago en tu puta madre
Que poetón!
ResponderEliminarPero que mal humor tiene el poeton!!! eso sin mencionar el vocabulario, claro.
ResponderEliminarPoeta(¿?) al fin!
mano travieza.
Hubo un tiempo en el que me daba miedo la palabra poeta.
ResponderEliminarParadojicamente, es algo que me llaman muy a menudo porque me gano la vida con mis palabras, pero lo odio con todas mis fuerzas.
Hay palabras como espadas, como bisturíes. Y poeta es una de ellas.
Nada mejor ke las palabras de un Poeta... no las uses en tu contra, vistete de ellas y desnudate con ellas.
ResponderEliminarlas palabras de un poeta también sirven para mentir. Para herir.
ResponderEliminar