Los amigos no deben hace ciertas cosas. Una de ellas es derribar a tus mitos. Fanny Ardant, sin ir más lejos que dos post más abajo. Resulta que va O. y me cuenta que la ha visto chupando el cuchillo. Yo sé que la Ardant debe chupar el cuchillo como nadie, porque cuando una persona tiene la boca que tiene ella es por algo. Pero me ha sumido en una dicotomía de la que no puedo salir: Fanny Ardant o mi aversión hacia las/los que chupan el cuchillo. Esa es la cuestión.
Podría hacerme el despistado: no he leído nada porque estoy tan atareado en estos días pre vacacionales que ni al blog entro, oye. Pero, no. He entrado. Y he visto a Fanny Ardant chupando el cuchillo. Y me da igual que fuera después de comerse un delicioso y deconstruido plato en 10 bocados. No me ha hecho efecto. Cierro los ojos y la veo, increíble, lanzando bocados al aire. Pienso que alguno me tocará y... debo dejar de escribir.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
viernes, 15 de julio de 2005
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