Hundir la cabeza en tu melena.
Como quien huele una flor.
Pan caliente,
Uvas, quizá.
Inhalar, con suerte, alguno de tus pensamientos.
Aspirar profundo.
Esnifarte.
Me da igaul que se desnude la luna.
Me da igual que el sol siga solo.
Quiero hundir la cabeza en tu melena.
Como quien reza.
A un mendrugo de pan.
A un vaso terciado de vino.
Inhalar, con suerte, alguno de tus sentimientos.
Ojos cerrados.
Respirarte.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
jueves, 16 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...

-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Siempre he estado a disgusto conmigo mismo, lo suficiente como para no dejar de rascarme. Siempre he estado a gusto conmigo mismo, lo sufi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!