Sé que hay gente que lo llevaría mal, que se desestabilizaría. Pero a mí el hecho de tener la ropa en dos sitios distintos y dos camas -sin saber cuál voy a utilizar hasta media tarde- no me molesta. También puede ser que este pequeño suceso sea a mi desconcierto vital como echar un vaso de agua al mar: pecata minuta. Eso también puede ser.
Os voy a contar un percance y cómo lo he resuelto. El otro día caí en la cuenta de que tenía el 90% de mis pantalones en Madrid y el 90% de mis calzoncillos en Hoyo de Manzanares. Mi educación fue muy rigurosa en cuanto a la indumentaria y tengo grabado a fuego que los calzoncillos y los pantalones debían combinarse siempre en la relación 1:1. Todo lo demás eran excentricidades. El caso es que llevo seis días seguidos en Madrid luchando contra las matemáticas. Bueno, tengo que ser sincero, ya no lucho, porque he resuelto que soy un tipo afortunado. ¡Me he quedado en la ciudad de los pantalones! ¿Y si estuviera en la de los calzoncillos? Tú sales a la calle sin calzoncillos y puedes sobrellevarlo con cierta dignidad, y si te pones, incluso tiene ventajas en lo tocante a ventilación, libertad de movimientos... En cambio si paseas sin pantalones la cosa se complica, y no miras a la gente de igual a igual, eso está claro. Sobre todo si el otro lleva uniforme.
El caso es que al día de hoy no echo nada de menos. Me siento fenomenal y pienso obviar a Ferris el resto de mi vida ¿que se perderán empleos? que se pierdan. Hay ya muchas cosas en la vida cotidiana que me oprimen: los torniquetes del metro, la Agencia Tributaria, las señoras que ponen lacitos a sus perros, la hipoteca... como para añadir una más. Nada, nada. Y lo recomiendo fervientemente, tanto para chicos como para chicas. Hay sólo dos cositas a tener en cuenta para los chicos: ¡¡cuidado con las cremalleras, que las carga el diablo!! y, a la hora de escurrir, aumentad el número de repeticiones.
Para las chicas, no sé.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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jajaja, me ha encantado! aunque si son boxer los del pueblín..oye..los tíos tais muy apañaos con unos puestos sin nada más!
ResponderEliminar¿Y las chicas qué? Pros y contras de no llevar nada debajo, cuéntanoslo Gemmita. Cuéntanoslo Cuantró.
ResponderEliminarnada debajo con un vestido de noche de gasa y bien vaporoso..
ResponderEliminarsimpre ropita interior con pantalones ..preferimos que nos rocen otraz cozitaz!