Soy de los que piden siempre ventanilla. E intento que sea delante o detrás, pero no en medio, que me da mucha rabia si me toca justo encima del ala.
Soy de los que se pasan el viaje mirando, intentando adivinar ¿qué ciudad será la que se ve ahí abajo?
Si voy de norte a sur por la tarde, por ejemplo, pido el lado izquierdo del avión, para que no me deslumbre el sol.
Y cuando conozco a una chica y veo que es maja, nos gustamos, y puede haber posibilidad de relación, a las primeras de cambio le pregunto: ¿tú eres de pasillo o de ventanilla? Si me dice ventanilla, la dejo. No me gusta discutir sobre las cosas importantes, y menos delante del mostrador de Iberia.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
miércoles, 4 de mayo de 2005
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