jueves, 5 de mayo de 2005

Postal V



No tengo por costumbre entrar en las catedrales. Porque me desconciertan, me desasosiegan y además hace frío. Stephansdom. Esta vez entré. Y en seguida me percaté de que los arquitectos de siglos remotos tenían el mismo fallo que los de ahora. Al concebir un edificio tienen en cuenta muchos factores importantes, pero se olvidan de uno crucial: la persona que ha de limpiar los cristales.



Otra cosa que me fastidia profundamente de las catedrales es que no hay manera de hacerles una foto y que salgan enteras, no hay cámara que lo resista. Vean qué idea más buena ha tenido el alcalde de esta ciudad. Así los turistas podemos llevarnos la postalita con la tan ansiada visión de conjunto.

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