Hace un mes, poco más o menos, ingresó en un psiquiátrico un joven que no habla, que sólo toca el piano. Lo encontraron caminando bajo una tormenta en Isle of Sheppey, Kent. Vestía una chaqueta negra, unos pantalones elegantes y corbata. Nadie sabe quién es piano man, sólo que toca maravillosamente. No dice nada, sólo habla con su música. (Leído en The Guardian).
No he leído historia más hermosa en mucho tiempo. Un hombre que se ha abstraído del mundo, que no contesta a lo que le preguntan, tranquilo, discreto, solitario. Pero alguien ha tenido que fastidiarlo: publican su foto para poder identificarlo, para volverlo a meter en el mundo. ¿No hay manera de ser nadie?
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Hoy lo publican en la última página de El País y es realmente fascinante.
ResponderEliminarGracias por entrar. Bienvenida.
ResponderEliminarMe tranquiliza mucho que ese señor no sea la mano que toca.
ResponderEliminarEs asombroso, dos manos, hemos escrito sobre esto practicamente a la vez. Qué telepatía.
Lo vi ayer en la tele. Me chirrió que dijeras que la ropa no tenía etiquetas de ninguna clase que pudieran ayudar a averiguar su procedencia. Las etiquetas no se caen de la ropa solas.
ResponderEliminarObviando el detalle de que puede ser una maniobra mediática la historia es muy bonita.
Yo es que después de enterarme de que los dibujos en los campos de maíz eran falsos me quedé muy decepcionado, y ahora sólo creo en el ratón Pérez... por castizo.
Y además, esta historia del pianista me recuerda al libro de Novecento de Alessandro Baricco.
ResponderEliminarEsta escena se repite a menudo por las playas de Cádiz, pero el músico en vez de tocar el piano toca el djembé y en vez de chaqueta negra, pantalón elegante y corbata, tan sólo lleva una manta de la guardía civil sobre los hombros... Su foto no se distribuye por los medios de comunicación para ser reconocido por ninguna orquesta europea, sino que se archiva en un cajón polvoriento de la comisaria de turno.
ResponderEliminarEs un historia hermosa la del pianista, pero que me hace recordar miles de historias no tan bonitas.