Tengo por biblioteca unos cuantos estantes.
No hay muchos libros, la verdad. Hay en cambio un montón de huecos.
Los huecos son de libros que nunca volvieron. También hay huecos de libros que me prestaron y después retorné a su dueño.
Entré los libros que presté y los que me prestaron tengo una extensa biblioteca de huecos. La contemplo de vez en cuando y me deleito en esos libros saboreados, compartidos... y pienso que quizá lo mejor de los libros sean esos espacios, los lugares que un día llenaron, en la estantería pero sobre todo en nosotros mismos.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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Una buena biblioteca,
ResponderEliminarcomo en la música los silencios,
también está formada por los libros que no están.
Yo tengo una gran biblioteca.
Los libros son muy orgullosos, si los prestas, después no quieren volver.
ResponderEliminarTu lo que tienes es una huecoteca. ¿No se te caen los libros hacia un lado por culpa de los huecos?
ResponderEliminarTengo que ampliar en una o dos librerías más mi biblioteca, no me caben más huecos .
ResponderEliminarLos libro como casi todo lo de esta vida son de usar y tirar, los lees, te enriquecen y ¿para qué lo quieres después?, Los buenos para regalarlos, prestarlos, y que sigan dando lo que tienen que dar, porque en ti ya se quedaron. Los malos para tirarlos.
ResponderEliminarCuantro, por una vez no estoy de acuerdo. Los libros no son orgullosos, como los amigos los buenos siempre vuelven. A veces por caminos desconocidos
ResponderEliminarPuede que tengas razón, Cenicienta (que bueno verte por aquí), aunque según la mano que toca, no siempre vuelven. Pero no estoy nada de acuerdo con Tao ¡de usar y tirar! qué herejía. El libro hay que tocarlo, tiene que estar ahí, aunque lo hayas leído, hay que abrirlo de vez en cuando, o simplemente mirarlo de lejos, saber que está ahí, esperando... El libro no es sólo la letra, leerlo... es el objeto en sí, las manos necesitan tocarlos, manosearlos, abrirlos, acariciarlos, hay que olerlos...
ResponderEliminar¡De usar y tirar! Lo que hay que oir...
ni que fuera un clines
ResponderEliminarDesde luego... sonarse los mocos con un libro no es nada recomendable.
ResponderEliminarAunque, con la variedad de productos que lanza al mercado la industria del marketing, dentro de poco podremos comprar libro-klinex, para leer la última novela de Saramago mientras te suenas los mocos.
Además nadie te los pedirá prestados.
ResponderEliminarBiblioteca: pequeña huecoteca que se integra dentro de una mayor (la vida)
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