Comprobador de Firmas. Cada vez que uno paga con tarjeta le hacen firmar un papelito. Esos papelitos los guardan y, cuando tienen un buen montón, 200 o así, se los mandan a la oficina del comprobador de firmas. El Comprobador trabaja solo, bueno, con una secretaria. Los ordena por bancos y al día siguiente coge la carpeta con los 200 papelitos y se recorre las entidades bancarias donde cada uno firmó su tarjeta. Las oficinas de bancos son el único sitio donde se guardan los originales de la firma. En un cartón, te acuerdas.
El Comprobador de Firmas tiene una vista prodigiosa (y una lupa) y sabe si una firma es verdadera o falsa al primer vistazo. Tiene también un montón de bonobuses gastados.
Yo, esta mañana he falsificado mi propia firma en un par de tiendas con el propósito de que el Comprobador de Firmas se dé cuenta y vengan a buscarme para aclarar la situación. Así podré conocerlo.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
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Este oficio debería llamarse Confirmador de firmas, pues lo único que hace es confirmar que la firma está conforme con la firma original. Ahora, yo me pregunto: ¿Quién confirma que la firma original del confirmador de firmas está conforme con la firma que confirma que una firma está conforme con la firma original?
ResponderEliminarYo les he visto los domingos en el Rastro, en corrillos, cambiándose los papelitos y diciendo:
ResponderEliminarsile,
sile,
sile,
¡ Nole !
sile,
sile...
Pues mi hermana y yo a veces firmamos con la tarjeta de la otra y nunca nos han avisado, y mira que tenemos ganas, pero nada.
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