Llueve en Madrid, a cántaros.
El cielo, en cambio, luce azul.
Nadie me pidió que me quitara el caparazón y las púas. Lo hice yo porque quise.
Porque se me estaba quedando blanco y blandengue el cuerpo de no exponerlo. Al sol. A todos los soles. Me gusta "blandengue", creo que nunca había escrito "blandengue". Si no viniera de "blando" perfectamente podría venir del Congo. Blandengue. Vengo blandengue, mandinga, blandengue bongo.
Llueve en Madrid, a cántaros.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
martes, 20 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...

-
Ayer fue miércoles toda la mañana: por la tarde cambió, se puso casi lunes, (...) Ángel González (Lo mandó Lomix . Gracias)
-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Hace un tiempo que me preocupa una duda: ¿estáis ahí? Supongo que sí: el contador sigue creciendo pero... hay muy pocos comentarios. No es q...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!