viernes, 16 de noviembre de 2007

Raro

--Qué raro ¿verdad?
--...
--No sé, todo.

Tengo una intolerancia fisiológica a la tristeza. A la tristeza sostenida. Cuando la sufro acabo por tener convulsiones, estertores... cuando la presencio acabo por padecerla en mis propias carnes. Me contagio.

¿Es tan difícil disfrutar el instante, el hoy? Paso de vivir repensando a dónde me lleva cada maldito paso. Paso. Paso de intentar averiguar dónde estaré mañana, las consecuencias de cada decisión, prefiero sentir el pie apoyarse, el avance, el gusto que da en cada curva encontrar un nuevo paisaje. Los rayos de sol en el semblante.

Me meto en trascendencias que no me van, ni me sirven, ni me excitan, ni me llevan a ninguna parte. No son mías las trascendencias, me cargan, me apabullan, me salen agujetas de ponerme tan sesudo.

Hace tiempo pude constatar que esta vida es muy corta, muy muy corta.
Puede uno dedicarse a analizarla o a vivirla pero no da tiempo a las dos cosas.
Yo elegí vivirla. Aunque me tenga que pelear cada día con una tendencia aprendida o heredada a descifrarla.




--Pero ¿qué diablos tienes que entender? Es raro, sí, ¿y qué pasa?
--No sé. Todo.

2 comentarios:

  1. ¿Comvulsiones?
    Anda, corrígelo antes de que me chive a la RAE y casi al constitucional... (¿te acuerdas?)

    ResponderEliminar
  2. Sí señor...yo no lo hubiera escrito mejor.

    ResponderEliminar

¡Muchas gracias por comentar!

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...