sábado, 24 de diciembre de 2005

Navidad. O de cómo a la otra mano le encantan estas fiestas y le regalaron el jeep del Geyperman

Todo tiene su explicación. Entra despacio por el pasillo, llama a la tercera puerta de la derecha y da un paso hacia el interior. O dos si tienes el culo gordo y se te queda fuera. ¿Ves? ¡Qué sonrisa! ¿Verdad? Es que me gusta la Navidad. Siempre -excepto en aquél prescindible intervalo adolescente, claro- me ha gustado la Navidad. Todo tiene una razón: las empiezo con fuerza. Primero cumplo años, después ya todo me da igual. Incluso la familia. Esas reuniones impagables con cuñados ridículos que viven detrás de una cámara de vídeo (¡me acaban de regalar una!), esos suegros que se insultan sin mirarse porque la sopa está salada, picante, sosa, espesa o todo a la vez. Esa cuñada con cara-de-culo como sólo tienen cara-de-culo las cuñadas con cara-de-culo. Ese sobrino que justo rompe la figurita de porcelana más preciada por el dueño de la casa. Impagable.

Lo confieso, pasé una muy triste. La 1976. Pero ahora la recuerdo con cariño. Y pasé una tensa: la de 1978. Recibí una bofetada ideológica. A mi impertinente "o los Reyes me traen el scalextric en ocho o como me echen el círculo no lo quiero" la reacción fue una mano enorme que se estampó en mi jeta y una voz que me mandó a la cama por caprichoso, egoísta, insolidario e insolente. Al día siguiente me levanté y en el salón había un scalextric con forma de ocho. Aún tengo la conciencia intranquila. Además, estaba el jeep de los Geyperman ¡y yo tenía Geyperman! Así que cabían todos con sus uniformes y sus aperos de campaña. Por eso entiendo que a la otra mano le dé por saco la Navidad. ¿De verdad te trajeron el helicóptero de los Madelman? ¡No hay derecho! Reclámale parte de tu infancia al gordo del reno, tronco. Seguro que te indemnizan, que viene de un país próspero.

En cuanto a la edad, me encanta sumar otro y otro y otro año más (llevo 39) un 22 de diciembre. ¿Hay un día mejor? No lo conozco. ¡Qué rollo cumplir años el 11 de enero, por ejemplo! ¿Qué pasa el 11 de enero? Pues nada. Y qué me decís del 20 de marzo o del 2 de febrero. ¡Qué rollo! Pero el 22 de diciembre... Que sí, que tu también esperas que te toque la lotería. Nadie se olvida de ese día: la Lotería y el cumpleaños de un tío al que le gusta la Navidad. Cómo se va a a olvidar la gente.

Felicidades.

5 comentarios:

  1. Dos cosas: los de diciembre son capricornio sino recuerdo mal, yo soy de julio, es decir cáncer, que suerte que tengamos ambos un trópico equidistante del calentito ecuador, sobre todo en estas fechas.
    La segunda; un día me enteré que Papa Noel iba a su bola, a la moda otoño-invierno del Corte Inglés de su tierra, hasta que la Cocacola lo puso de punta en rojo, y ahora gracias a la cafeina-cocaina o lo que le pongan, tenemos una plaga de papanoeles escaladores coloraos atacando en todos los barrios.
    Afortunadamente creo que los de Amena no tendrán mucho éxito.

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  2. Felicidades mano que escribe, por los 39.
    Y para todos los demás Feliz Navidad

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  3. Los capricornios, por el hecho de nacer en "estas fechas" desde nuestro primer cumpleaños entendemos que la lucha, para conseguir que nuestro cumpleaños no pase desapercibido entre tanta celebración, será dura. Eso imprime carácter.
    Feliz loquesea.

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  4. Gracias sinnombre por desvelarme a qué se debe mi carácter.
    Nada mejor como nacer un 25 de Diciembre.
    ¡¡¡Ariba los capricornio!!!

    Y a ti, mano que escribe (además de las consabidas felicitaciones) a ver si no te haces tanto de rogar. Que al final esto se va a tener que llamar www.a1manoymedia.blogspot.com

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  5. Bueno, tampoco está mal nacer un 22, 25, un 31 de diciembre o un 1 de enero.

    Quizá algún día no os importe que vuestro cumpleaños pase desapercibido.

    Felicidades a todos.

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