viernes, 16 de diciembre de 2005

Tortuga

La mascota de mi hija se llama Kika. Es una tortuga de unos 3 centímetros de largo. Un reptil como mascota estimula mucho más la imaginación que un perro, de la misma manera que dicen que un caballo de cartón es mejor que una GameBoy. Además sea la mascota que sea, a los dos días el niño se desentiende de cuidarla. Por eso yo prefiero reptil.

El martes E. dijo: se te está poniendo mala, si no le da el sol se le ablandará el caparazón y luego se morirá. Yo creo que E. de tortugas no tiene mucha idea pero lo dijo con tal convicción que yo tomé nota. Y ayer la saqué al sol. Pero tuve un día ajetreado y se me fue el santo al cielo. Y esta mañana. ¡La tortuga! La pecera tenía una capita de hielo. Yo pensé que ya, la pobre, ni para una sopa. Pero no. Ha sobrevivido. Desde luego como seres que pueblan la tierra estamos peor preparados que ninguno. Una hormiga se cae de una altura veinte veces su estatura, y nada. Una tortuga ¡de California! la dejas en pelotas en una helada, y como si tal cosa, ni estornudar un poquito. Y en cambio a mí, me falla el ADSL y me pongo de los nervios. No es normal.

5 comentarios:

  1. Yo también tuve una tortuga. Todos los días le intentaba enseñar algo nuevo: sit, pata, plass.... Ella me miraba con sus dos ojazos, prestándome toda su atención, pero nunca aprendió nada.

    Yo no le recrimino nada a la tortuga porque tampoco el perro aprendió a hablar,ni el loro a bucear.

    ResponderEliminar
  2. Yo no tuve nunca una tortuga, -lástima!- pero una vez me fui muy lejos, a unas islas donde las tortugas son muy grandes, los niños se podían subir en ellas y pasear en su lomo. Parecen animales lentos y perezosos pero a una amiga le dieron un mordisco tremendo cuando pretendía alimentarlas con unas hojitas. No tienen dientes pero es como si te atraparan los dedos con unas tenazas. En una de las islas había un cartel divertido decía algo así; "no molestar a las tortugas segureamente todas ellas son mucho mayores que usted". Las mas viejecitas pueden vivir doscientos años y es que se lo toman todo con mucha calma.

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué bien no ser tortuga californiana!

    ResponderEliminar
  4. Hibernar, nacer con casa,
    comer camarones a diario,
    mirarte fijamente,
    ...despacio.


    No lavarme el pelo,
    darme un paseíto de dos metros,
    dormir la siesta,
    vivir cien años.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por haberme hecho ser humano / podías haberme hecho rana o vaso / y habría que verme de rana / gorda y cantando / o vaso de vidrio barato./ Podías haberme hecho nube de paso / o triste tortuga o largarto / y me hiciste poeta y despacio...

    ResponderEliminar

¡Muchas gracias por comentar!

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...