miércoles, 19 de octubre de 2005

Purgar

Ha llegado ese día del otoño en que pones la calefacción por primera vez. Para mí, que no tengo por costumbre meter y sacar la ropa de invierno y de verano, este es el evento que marca el cambio de estación.
He vuelto a seguir el vía crucis mediante el cual recorro la casa parando en cada radiador para purgarlo. Lo hago sin preguntarme por qué. Desconozco si tiene algún fundamento práctico; pero yo lo hago, igual que lo hacía mi padre. Y me gusta aflojar el tornillo, notar cómo sale el aire y luego cerrar cuando empieza a salir agua.
Me gustaría un día probar a purgarme a mí. Dejar salir de mi cabeza eso que me sobra, que ocupa espacio, para que circule mejor eso otro que me calienta. Pero no encuentro el tornillo.

5 comentarios:

  1. me sucede algo parecido, pero con final diferente. Purgo los radiadores, jamás sale aire, sólo agua y encima el tornillo luego no ajusta bien. Y así un año, y otro.

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  2. El riesgo de purgarse a uno mismo está en descubrir que lo único que tenemos en la cabeza es aire.

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  3. -Es que si nos purgamos,
    ¿dónde tiramos los residuos?

    -¿y si no nos ajusta el tornillo, y nos quedamos desajustaos?

    De todas formas, ojalá corriese un poquito de aire por dentro de la cabeza, más que nada para que hubiese ventilación .

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  4. Sinnombre, si no sale aire es porque tu circuito está fenomenal. ¡Qué suerte!

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