Un eclipse es más o menos emocionante dependiendo del cristal con qué se mire. Y los cristales que han vendido o repartido esta vez... no sé, no ayudaban. Doscientas personas había en la plaza mirando todos exactamente al mismo sitio, con el mismo ángulo. ¡Y yo sin la cámara!
Hablando de fotos, repaso el blog y veo que últimamente no nos hemos prodigado mucho. Así que echo un ojo a mis álbumes (¿se dice así Realacademia?).
Es peligroso mirar hacia atrás. Siempre es peligroso, pero en algunas épocas es especialmente peligroso. Pero mira, si puedes encontrar una buena foto, compensa.
A ésta le tengo cariño desde que se me pegó al objetivo.
Vive les filles à vélo!
A mi me gustaría que colgarais también mis postales del verano. Ya se que no son gran cosa, pero había prometido a los comenteros traerles algo. Os las envié a principios de septiembre y no he vuelto a saber nada.
ResponderEliminarJo... me voy a cambiar de blog!!!
Pobrecito Iguazú.
ResponderEliminarTodos queremos verlas.
Yo el eclipse lo vi desde la Plaza Santa María Soledad Torres Acosta, más conocida como la Plaza de los Cines Luna (que apropiado el lugar, no?). También eché de menos mi cámara, pues el espectáculo, efectivamente, eran los propios espectadores.
ResponderEliminarPero lo que más me llamó la atención fue la alfombra de anillos que se proyectaba a través de las copas de los árboles de la plaza. ¿Alguien se percató del efecto que hacian las sombras? Increíble...