Marca un número de téléfono, le contestan.
- ¿Diga?
- Desde que me dijiste que no tenía posibilidades han pasado ¿8? ¿10? ¿15 días? Y en este tiempo no te he llamado ni te he puesto mensajes. Casi no me he acordado. No está mal, digo yo. Pero hoy, ahora... recaigo. Está bien, me permito esta debilidad y luego sigo olvidándote silenciosamente ¿vale?.
- Vale
Cuelga el teléfono sin prisa. Uf, mucho mejor.
Pequeñas historias, melodías de insomnio, mensajes en envases de aire, días de tristelicidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribiendo en la cama
Estoy escribiendo en la cama. Tú duermes. Hace mucho calor esta primera noche del verano. Es por eso que has apartado la colcha de un...

-
Me he levantado esta mañana contento. Cantando cosas del Dúo Dinámico que debieron quedar fosilizadas en los rincones de la memoria como pe...
-
Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía . Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro , ...
-
Siempre he estado a disgusto conmigo mismo, lo suficiente como para no dejar de rascarme. Siempre he estado a gusto conmigo mismo, lo sufi...
Esto es la epidemia del desamor
ResponderEliminar